Nivel sorprendentemente alto de diversidad genética de la ballena azul del Antártico, ahora en peligro crítico
Después que los balleneros comerciales diezmaran su población durante el siglo XX, la ballena azul puede estar al principio de una reaparición en la Antártida. En el primer análisis genético de las ballenas se ha encontrado un nivel sorprendentemente alto de diversidad en la población.
"Se estima que sobrevivían menos de 400 ballenas azules del Antártico cuando en 1966 esta población empezó a estar protegida de la caza comercial", dijo en un comunicado Angela Sremba, quien realizó la investigación como parte de su maestría en la Universidad Estatal de Oregón.
"El período de explotación, aunque intenso, fue breve en términos de años, por lo que al abarcar ballenas de larga vida y generaciones superpuestas puede haber ayudado a mantener la diversidad", dijo Sremba. "Algunas de las ballenas azules antárticas que sobrevivieron al cuello de botella genético todavía pueden estar vivas hoy".
Las poblaciones y la caza
Dado que la Comisión Ballenera Internacional prohibió la caza comercial de la ballena antártica azul (Balaenoptera musculus intermedia) en 1966, la subespecie se ha recuperado y los números son ahora de alrededor de 2.200 ejemplares. Las ballenas viven en las aguas frías alrededor de la Antártida y sobreviven comiendo pequeños crustáceos llamados krill. Están relacionadas con las dos subespecies que habitan en el Atlántico Norte y en el Océano Pacífico, llamadas B. m. musculus, y las especie pigmeas (B. m. Brevicauda) que se encuentran en los océanos Índico y Pacífico Sur.
"Estos animales son muy longevos - tal vez 70 a 100 años - y pueden crecer hasta una longitud de más de 100 pies [más de 30 metros] y pesan más de 330.000 libras [150 toneladas]", dijo en un comunicado el investigador del estudio Scott Baker, director asociado del Instituto de Mamíferos Marinos en la Oregon State University. "Hay un hueso de la mandíbula en un museo en el sur de África que ocupa la mayor parte de la entrada".
Los investigadores analizaron la genética de 215 muestras de tejido de ballenas azules del Antártico (de 166 individuos) recogidas entre 1990 y 2009. Se examinaron específicamente ciertos marcadores genéticos para ver cuán estrechamente se relacionan o eran diferentes, y se encontró que no estaban en relación con lo que los investigadores esperaban de una pequeña población - ya que tenían niveles sorprendentemente altos de diversidad genética.
La genética de poblaciones
Algunas poblaciones de fauna silvestre en peligro de extinción, como la pantera de Florida, terminan siendo muy pequeñas y endogámicas, lo que significa que tienen altos niveles de relación entre dos individuos y una baja diversidad genética. Estas poblaciones puras tienen crías con problemas, porque abundan los genes perjudiciales en la población y esto disminuye su capacidad para tener descendencia sana.
El estudio genético indica que las ballenas han escapado a la suerte innata de la pantera: Sus números son pequeños, pero todavía tienen una alta diversidad genética y no parecen sufrir mucho la endogamia. Eso, dijo Sremba, podría servir para su futura recuperación.
"Esta especie de ballena ha sido poco estudiada, a pesar de su historia de explotación", dijo Baker. "Sólo ahora estamos desarrollando la tecnología para estudiar un número pequeño de ballenas repartidos en un vasto hábitat".
El estudio fue publicado en línea el 7 de marzo en la revista PLoS ONE: "Circumpolar Diversity and Geographic Differentiation of mtDNA in the Critically Endangered Antarctic Blue Whale (Balaenoptera musculus intermedia)"