Sea Shepherd inicia la mayor guerra de las ballenas de su historia: Operation Zero Tolerance
El objetivo de Sea Shepherd este año es enviar a casa a los balleneros con las manos vacías
La semana pasada, el buque insignia de Sea Shepherd Conservation Society, Steve Irwin, zarpó de Williamstown, Australia para dar inicio a la Operación Tolerancia Cero, su novena campaña para defender a las ballenas en el Santuario Ballenero Austral."Esta será nuestra mayor flota hasta la fecha, con cuatro barcos y más de 100 tripulantes internacionales que representan a 23 naciones para defender el Santuario de Ballenas del Océano Austral. La Operación Tolerancia Cero será la campaña mejor equipada y más eficaz de Sea Shepherd hasta la fecha. Este es un momento decisivo en la historia de Sea Shepherd, no tenemos ninguna tolerancia para los cazadores furtivos de ballenas. Nuestro objetivo este año es del 100%. Vamos a tratar de interceptarlos lo más rápido posible, y tratar de hacer de este el primer año que realicen cero muertes", dijo Jeff Hansen, director de Sea Shepherd Australia.
La oposición a la caza de ballenas ha crecido desde que fue establecida por la Comisión Ballenera Internacional, lo que condujo a una moratoria sobre la caza comercial de ballenas en 1986, y más tarde la creación del Santuario de Ballenas del Océano Austral. Ahora, sólo tres de las 88 naciones involucradas, Japón, Noruega e Islandia, continúan cazando ballenas.
Japón ha estado durante mucho tiempo usando y abusando de una laguna jurídica en la moratoria que permite la letal investigación científica y no ha dejado de matar ballenas en el santuario donde están protegidas por el derecho internacional.
El Instituto de Investigación de Cetáceos (Institute for Cetacean Research), la organización gubernamental que opera la flota ballenera japonesa, emite una cuota anual de alrededor de 1.000 ballenas - 935 ballenas minke, 50 ballenas de aleta y 50 ballenas jorobadas - bajo el plan Japanese Whale Research Program under Special Permit in the Antarctic (JARPAII) pero, como señala Sea Shepherd, no se puede designar legalmente una cuota de caza de ballenas en un santuario establecido. La matanza de ballenas en el santuario también viola el Tratado Antártico, que prohíbe la caza comercial de ballenas en la Antártida.
Sólo la temporada pasada, Sea Shepherd salvó 768 ballenas de ser cruelmente asesinadas, enviando a casa a los balleneros con una fracción de su cuota.
"La clave del éxito en la detención de estas actividades balleneras ilegales en el Santuario de Ballenas del Océano Austral es la economía básica. Vamos a negar sus beneficios. Nuestro objetivo es hundir la flota ballenera japonesa económicamente - a la bancarrota", dijo el capitán Paul Watson. "Y estamos en el camino correcto para hacer precisamente eso".
Un artículo en el New York Times confirmó que en realidad si son exitosos en la reducción de las ganancias de los balleneros. El Instituto de Investigación de Cetáceos admitió que Sea Shepherd les costó $20,5 millones durante la temporada de caza 2010-2011.
"La flota ballenera japonesa está sobreviviendo a costa del pueblo japonés a causa de las asignaciones masivas de fondos de ayuda donados por todo el mundo para ayudar a las víctimas del terremoto y tsunami de 2011. Tenemos que cerrar este proyecto de bienestar glorificado y para eso tenemos que negar una vez más a los balleneros las ganancias mal conseguidas de sus operaciones ilegales en el Santuario de Ballenas del Océano Antártico", dijo el capitán del Bob Barker Peter Hammarstedt.
Enlace: Operation Zero Tolerance