La pieza artística es parte del Festival Internacional Greenwich y Docklands
La última pieza de arte de una instalación al aire libre en Londres ha causado algunas cejas levantadas, por decir lo menos. Se ha colocado una escultura en fibra de vidrio de una ballena varada a tamaño natural en la orilla del río Támesis en Greenwich, en Londres.Es tan realista que un buen número de personas ha creído que era de verdad. En estos momentos se difunden informes de niños que gritan como locos pero, sin embargo, sin fundamento creíble. Para agregar realismo, se puede ver a expertos disfrazados que evalúan la situación en torno al mamífero varado de 17 metros, mientras los verdaderos expertos explican lo que sucedería si esto pasara realmente a la multitud de perplejos turistas que se sienten atraídos por el cadáver.
Arriba y abajo se pueden ver las imágenes del macabro trabajo que será expuesto temporalmente junto al río. Sin embargo, la obra no está diseñada (necesariamente) para asustar a los niños: es parte del Festival Internacional Greenwich y Docklands y revive (si esa es la palabra correcta) el varamiento real de una ballena hace siete años, en 2006. La instalación se remonta al papel de Greenwich en el centro de la industria ballenera británica en la década de 1700. Sin embargo, no parece haber históricamente ningún registro de ballenas atrapadas en el Támesis.
Se podría argumentar que, si la misma idea se aplicase a un sujeto humano, algunos podrían encontrar todo el suceso bastante insípido. Cualquier número de personas que mueren en las calles de Londres cada año y si su desaparición fuera revisada de similar manera artística uno sólo puede imaginar que se iban a realizar bastantes quejas.
Sin embargo, la mayoría estaría de acuerdo en que una ballena de época todavía se puede tener en otros lugares de Greenwich.
