El colmillo puede servir a las hembras para identificar a los machos más fértiles
Aunque el narval (Monodon monoceros) es bien conocido en toda la cultura popular, no lo es el propósito de su icónico cuerno (que en realidad es un colmillo).
El apéndice - que es un solo diente que sobresale de la mandíbula superior izquierda de la ballena - puede crecer hasta 2 a 3 metros de longitud y se encuentra casi exclusivamente en machos.
Se han ofrecido muchas explicaciones, incluyendo su uso potencial en la defensa, forrajeo, competencia entre machos y para la rotura del hielo marino. Sin embargo, la razón a muchas de las funciones propuestas se ha limitado a observaciones aisladas.
Ahora, unos nuevos hallazgos publicados en línea este mes en Marine Mammal Science proporcionan evidencia de que el colmillo puede servir como una característica visible que las hembras utilizan para identificar a los machos más fértiles al momento de elegir una pareja.
Para hacer el descubrimiento los investigadores recolectaron mediciones anatómicas detalladas de más de 100 ballenas capturadas durante la caza por Inuits aborígenes en el Ártico canadiense entre 1990 y 2008. Encontraron que la longitud del colmillo se relacionó significativamente con la masa de los testículos - un indicador de la fertilidad - lo que sugiere que los machos con colmillos más largos son probablemente también los más fértiles y mejores compañeros.
Eso hace que el colmillo del narval sea similar a los rasgos sexuales en otros animales, tales como las astas de un ciervo o las plumas de un pavo real, que se utilizan para atraer a las hembras.
Aunque el colmillo puede servir en otras funciones para los machos, como detectar cambios en la temperatura y salinidad del agua, el hecho de que no sea necesario para las hembras indica que no es fundamental para la supervivencia. En cambio, en realidad puede ser un perjuicio para algunos machos, ya que los narvales con grandes colmillos son buscados preferentemente durante la caza Inuit.
Artículo científico: Mating ecology of beluga (Delphinapterus leucas) and narwhal (Monodon monoceros) as estimated by reproductive tract metrics