Comienza en el Golfo de México el trabajo de salvamento de las marsopas ayudado por delfines
Con cuatro delfines entrenados de los Estados Unidos que actúan como perros pastores y una gran variedad de redes especiales, cercados y camillas, los conservacionistas comenzaron ayer su redada de las vaquitas, una marsopa que vive en el alto Golfo de California.
Solo quedan en libertad unas 30 vaquitas, y esa cifra ha ido disminuyendo a pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano para prohibir la pesca con redes de enmalle, que inadvertidamente atrapan y ahogan a estos mamíferos marinos.
Entonces, como una medida final y desesperada, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita y el gobierno mexicano llevaron a un equipo de expertos a San Felipe, Baja California, para tratar de localizar al menos algunas de las vaquitas y acorralarlas en redes.
Esperan que se transfieran de 10 a 12 de estos raros sobrevivientes a un santuario temporal - un refugio marítimo frente a San Felipe - y, eventualmente, sean liberados en una parte del golfo que ha sido despejada de redes de enmalle y actividad ilegal de pesca.
El trabajo de rescate, Vaquita CPR, durará dos semanas, dice el portavoz del programa, Steve Walker.
La estrategia, propuesta por los biólogos el año pasado, es un esfuerzo arriesgado porque las marsopas, a diferencia de los delfines, tienden a ser muy sensibles y son difíciles de mantener en cautiverio.
Pero los recientes éxitos, incluida la cría en cautividad de marsopas de puerto rehabilitadas después de estar enredadas en redes o varadas, dan al equipo la esperanza de revivir la especie.