Serie documental de La 2 "Balleneros del Norte"
La historia de la caza de ballenas en España desde la Edad Media hasta 1986, cuando se cerraron las últimas factorías gallegas
La pesca de ballenas, y habrá quien se sorprenda, es una escena frecuente en escudos de algunos lugares de Galicia, Asturias o Cantabria y de forma más reiterada, una referencia casi constante en los escudos de los pueblos costeros vascos.
"Balleneros del Norte" es un repaso histórico, en cuatro entregas, de la caza de ballenas en España. Aunque ahora la actividad ha desaparecido, TVE indagará en la importancia económica en las comunidades del norte de España.
La serie comenzó el pasado sábado 8 de agosto y hoy se ha emitido el segundo capítulo. Pinchando en el título de cada capítulo de más abajo accederéis a los vídeos completos, de aproximadamente media hora de duración, de TVE. Los de los capitulos 3 y 4 los enlazaré cuando estén disponibles.
La serie documental reconstruye esa parte olvidada de nuestro pasado que arranca con el nacimiento de la caza de la ballena en el País Vasco en siglo XII y muere en Galicia en 1986 con el cierre de las últimas empresas balleneras.
La producción se centra en la aventura de la pesca de ballenas en nuestros mares desde tiempos medievales y la notable industria que generó. De hecho, su captura es un emblema para muchos pueblos de la costa cantábrica, lo que revela el gran significado que tuvieron los cetáceos en nuestra historia.
Se piensa en la ballena como un animal fabuloso y lejano, y en los balleneros como héroes de otras épocas y otras culturas. Sin embargo, descubrimos la caza de ballenas como emblema en muchos pueblos de nuestra costa cantábrica.
"La ballena de los vascos", así se conocía en todo el mundo a una especie de cetáceo en los tiempos en que los españoles se hacían a la mar a la caza de los grandes mamíferos acuáticos. La caza de ballenas, aunque hoy ha desaparecido en nuestro país, tuvo una gran importancia económica en las comunidades del norte de España.
La caza de ballenas fue una de las fuentes de riqueza en la costa vasca en los siglos XVI y XVII. De hecho, los vascos están considerados los inventores de la caza con arpón. Las últimas factorías gallegas se cerraron en 1986.
La serie documental repasa, en cuatro entregas, la aventura de la pesca o caza de ballenas en España. Reconstruye esa parte olvidada de nuestro pasado que arranca con el nacimiento de la caza de la ballena en el País Vasco en siglo XII y muere en Galicia en 1986, cuando se cerraron las últimas empresas balleneras. Una actividad muy desconocida que, sin embargo, creó una industria importante en este país.
Capítulo 1: Una presencia perdida
La pesca de ballenas es una escena frecuente en escudos de algunos lugares de Galicia, Asturias o Cantabria y de forma más reiterada, una referencia casi constante en los escudos de los pueblos costeros vascos. No es por casualidad.
Capítulo 2: El territorio de la leyenda
La influencia de la pesca de ballenas se extendió por todo el Cantábrico creándose una verdadera cultura común. En Cantabria y Asturias hay ejemplos de todo tipo. Algunos pueblos guardan viejas huellas de forma casi oculta. Otros, sin embargo, presumen orgullosos de ese pasado.
Capítulo 3: Tiempo de víctimas
La actividad ballenera vuelve a resurgir en el siglo XX en Galicia donde llegan a funcionar 3 factorías. Se creó una industria inadvertida pero muy rentable, hasta que las protestas internacionales forzaron una moratoria, el fin de la pesca, y el cierre de las instalaciones. Siendo un periodo dominado por la técnica, estuvo marcado por el mismo carácter aventurero de la etapa medieval.
Capítulo 4: Lo más parecido a un mundo ballenero
Cee es un pequeño lugar al sur de Finisterre, que fue sede de una factoría ballenera. La vida de la zona giró alrededor de esta fábrica. Sus antiguos trabajadores recuerdan la historia de aquellos años, y al hacerlo se nota que la influencia y las repercusiones siguen vivas aún hoy.
Ficha técnica
Guión y dirección: Paco Garrido
Realizador: Raúl Hernández
Fotografía: Sebas González Chacón
Montaje: Nines Sánchez
Sonido: Luis Miguel Lizuain
Música Original: Pablo Miyar
"Balleneros del Norte" se emite los sábados a las 11:00 horas en La 2 de TVE.
La caza de la ballena en el Cantábrico
Arriba, cazando la ballena: Las ballenas aparecían en el Cantábrico de Noviembre a Marzo, eran avistadas desde las atalayas. A la señal del atalayero el puebblo se moviliza y los pescadores bogan en sus barcas tras la presa. Los botes se colocan a los lados de la ballena y la arponean, hasta que muere desangrada. La ballena antes de morir se sumerge, y despues emerge y expulsa un chorro de sangre.
La ballena que se acercaba a nuestras costas, tenía unas características propias, como su gran cabeza con unos ojos pequeños y una mandíbula muy curvada. El color más común, era el negro, a pesar de que también solían tener unas manchas blancas en el vientre y cerca de las barbas. Carecía de aleta dorsal y tenía, más o menos,
270 barbas. Solía medir unos 15 metros y pesaba 60 toneladas.
Antiguamente para cazarlas, se oteaba el mar desde atalayas costeras y, tras divisar sus soplos, se alertaba a la población. Entonces, en pequeñas barcas o txalupas botadas desde la costa, los marineros remaban al lugar indicado por el atalayero y, con arpones de mano. Generalmente nadaban en grupo, y poseían un vínculo familiar muy fuerte (factor que no pasó desapercibido a los arrantzales), por ello, en caso de ser posible, se prefería herir primero a las crías, ya que la madre nunca la abandonaría, y el macho a su vez tampoco desampararía a su hembra. Había otro motivo que las hacía atractivas, y es que aguantaban una hora bajo el agua y nadaban muy cerca de la superficie. Su respiración era tan fuerte que se veía fácilmente a distancia. Pero, sobre todo, porque al morir salían a flote no hundiéndose como lo hacían otras especies marinas. Un sólo ejemplar proporcionaba cientos de toneladas de carne y otros muchos productos (barbas, huesos) muy usados por estos pueblos. El famoso aceite de ballena (sain) impulsó la caza, en una época en la que el único combustible disponible para iluminarse era el aceite animal y de un ejemplar podía extraerse cientos de barriles de grasa.
La caza intensa extinguió estos ejemplares, hoy, desaparecidos de las costas ibéricas. Pero, su escasez animó el desarrollo de sistemas para navegar cada vez más lejos en busca de presas y se configuró la flota ballenera que atravesaba el Atlántico buscando nuevas poblaciones. Son muchos los testimonios escritos de estas expediciones, reforzados, en los últimos años, por los descubrimientos arqueológicos de Terranova (Canadá). Allí, la presencia de marinos vascos se remonta al siglo XV e incluso, antes del descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
La paulatina carencia de animales provocó una fuerte crisis que, prácticamente, hizo desaparecer la caza ballenera de los puertos peninsulares. El desarrollo de la tecnología adecuada para perseguir otras especies, como los abundantes rorcuales, mucho más rápidos y difíciles de subir a bordo, provocó un nuevo auge de la actividad en el siglo XX. Así, si durante siglos, sólo se capturaron las llamadas ballenas verdaderas (ballena franca y de Groenlandia) y el cachalote, por sus lentos movimientos y porque, una vez muertos, sus cuerpos flotan en el agua, los grandes rorcuales, más rápidos y que se hunden al morir, no se cazaron hasta la invención del cañón lanza arpones, mejorado por los arpones explosivos y los sistemas para insuflar aire en el animal para mantenerlo a flote. Sin embargo, los vascos no retomaron la actividad y las industrias se situaron en Galicia (donde también se cazaban ballenas desde el siglo XIII) y el Estrecho de Gibraltar. Desde aquí y con la ayuda de buques factoría, los balleneros ampliaron sus horizontes y el número de especies, abarcando rorcuales comunes, boreales, azules, orcas.
Libro: BALLENEROS VASCOS EN EL CANTABRICO
Crédito imágenes: TVE - Jesús Etxeberria - Graficos de Fernando G. Baptista