Sus bigotes contienen pistas químicas sobre los alimentos que han comido en el pasado
Como uno de los principales depredadores que deambulan por la Antártida, el enorme elefante marino del sur (Mirounga leonina) tiene una buena selección en el menú. Pero resulta que no quieren comer nada y de todo.
Según una nueva investigación dirigida por la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) Sydney, los elefantes marinos machos del sur tienen sus comidas favoritas y les gusta seguir con ellas. En otras palabras, son muy quisquillosos con la comida.