Los osos polares confían en el hielo marino para encontrar y atrapar a la mayoría de sus presas
En este clip de vídeo narrado por el inigualable Sir David Attenborough, de hace algunos años por cierto pero que lo ha vuelto a publicar BBC Earth, las cámaras siguen a un hambriento pero determinado oso polar, que busca emboscar a una mullida foca. Con las probabilidades en su contra, este oso de delgado aspecto necesitará realizar una asombrosa maniobra si quiere conseguir una comida bien merecida.
Los osos polares (Ursus maritimus) están en la parte superior de la cadena alimentaria en el Ártico. Aparte de los seres humanos, la única amenaza para los osos polares son otros osos polares.
Su principal presa es la foca anillada (Pusa hispida), llena de grasa y rica en calorías.
En el otoño, las focas cortas en el hielo de diez a quince agujeros respiratorios (conocidos como aglus por los Inuit canadienses), usando las afiladas garras de sus aletas delanteras.
Las focas mantienen abiertos sus agujeros de respiración durante todo el invierno, incluso en hielo de hasta dos metros de espesor. Suben a la superficie alrededor de cada cinco a quince minutos en uno de los agujeros o, cuando estén disponibles, utilizan bolsas de aire atrapadas bajo el hielo.
Los osos polares atacan esperando que las focas respiren en las aberturas. Las localizan con su poderoso sentido del olfato y esperan a que surjan las focas. Los osos polares tienen que ser inteligentes y pacientes porque la espera puede ser larga, a veces horas, o incluso días.
Los osos también acechan a las focas anilladas que descansan en el hielo aprovechando sus ritmos sueño-vigilia.
El oso se arrastra lentamente hacia adelante y se detiene en su lugar cuando el animal levanta la cabeza. A unos seis metros (20 pies) de la foca, el oso usa su explosiva velocidad para saltar, matando a la foca antes de que pueda escapar de regreso al mar o incluso persiguiéndola bajo el agua, como en el caso de este vídeo.
Dependencia del hielo marino
Los patrones de caza y alimentación de un oso polar dependen completamente del hielo marino.
¿Por qué? Porque las focas anilladas dependen de él - y ellas son la única fuente de alimento con un alto contenido de grasa y calorías suficientes para mantener a un oso polar sano.
Los científicos han encontrado que cuando los osos polares comen exclusivamente grasa de foca, sus niveles de colesterol caen más bajo que los de los osos en ayunas, probablemente debido a la calidad protectora de los ácidos grasos omega-3 encontrados en las focas.
En verano, cuando se retiran los témpanos, la mayoría de los osos polares siguen al hielo, a veces viajando cientos de kilómetros para permanecer cerca de su fuente de alimento.
Los osos polares que deciden llegar a tierra enfrentan tiempos de escasez en la mayor parte del Ártico. La captura de focas en aguas abiertas no es una tarea fácil.
