Pocos días después de su nacimiento, una joven morsa debe aprender a nadar para sobrevivir
Las morsas (Odobenus rosmarus) viven en la naturaleza cerca de 20-30 años. Los machos alcanzan la madurez sexual tan temprano como a los siete años, pero no se acoplan típicamente hasta estar totalmente desarrollados, alrededor de los 15 años de edad. Entran en celo de enero a abril, disminuyendo drásticamente su consumo de alimentos. Las hembras comienzan a ovular tan pronto como de cuatro a seis años de edad.
Las hembras son poliestrales, entrando en celo a finales del verano y también alrededor de febrero, sin embargo, los machos sólo son fértiles alrededor de febrero. La fertilidad potencial de este segundo período es desconocida. La cría ocurre de enero a marzo, alcanzando su máximo en febrero. Los machos se agrupan en el agua alrededor de los grupos de hembras en celo que se adhieren a los hielos y participan en competitivas exhibiciones vocales. Las hembras se unen a ellos y copulan en el agua.
La gestación de las morsas dura de 15 a 16 meses. Los primeros tres a cuatro meses se pasan con la blástula en desarrollo suspendido antes de implantarse en el útero. Esta estrategia de implantación tardía, común entre los pinnípedos, evolucionó presumiblemente para optimizar tanto la época de apareamiento como la de parto, determinada por condiciones ecológicas que promueven la supervivencia del recién nacido.
Los cachorros de morsa nacen durante la migración de primavera, de abril a junio. Pesan al nacer de 45 a 75 kg y son capaces de nadar.
Las madres los amamantan durante más de un año antes del destete, pero los jóvenes pueden pasar hasta cinco años con las madres.
La leche de morsa contiene mayores cantidades de grasas y proteínas en comparación con los animales terrestres, pero menor en comparación con las focas phocidae. Este menor contenido de grasa provoca a su vez una tasa de crecimiento más lento entre los cachorros y una mayor inversión de crianza para sus madres.
Debido a que la ovulación se suprime hasta que la cría es destetada, las hembras dan a luz al menos cada dos años, dejando a la morsa con la tasa reproductiva más baja de cualquier pinnípedo.