El clima local determina el tamaño de las crías de tortugas marinas

eclosión de una tortuga marina
Eclosión de una tortuga marina.

Las precipitaciones pueden ser un mejor predictor del tamaño que la temperatura ambiente

Las crías de tortuga marina reaccionan aún más a las fluctuaciones de las precipitaciones que a los cambios de temperatura del aire durante su desarrollo en el huevo. Los efectos de las precipitaciones difieren según la especie, o incluso la población.

En un nuevo estudio, los investigadores descubrieron que las precipitaciones superan el impacto total de un aumento de la temperatura, ya que enfrían la superficie de la playa y aumentan la disponibilidad de agua necesaria para el desarrollo dentro del huevo, lo que hace que las precipitaciones sean un mejor predictor del tamaño corporal que la temperatura ambiente, aunque las crías de tortugas bobas y verdes responden de manera diferente.

Si los nidos de tortuga boba están sujetos a lluvias más fuertes que el promedio, las crías no crecerán hasta su tamaño habitual, aunque alcanzarán un mayor peso. Las fuertes lluvias no afectarán la masa corporal de las tortugas verdes juveniles, pero su caparazón será más grande.

Estos complejos resultados surgieron de una investigación exhaustiva que utilizó datos de ambas especies en 37 playas de todo el mundo, un estudio longitudinal en playas de Florida y experimentos en las islas de Cabo Verde. La investigación estuvo dirigida por el Dr. Omar Rafael Regalado Fernández y el Dr. Ingmar Werneburg del Centro Senckenberg de Evolución Humana y Paleoambiente de la Universidad de Tübingen.

Los resultados, obtenidos en colaboración con la Universidad Atlántica de Florida y la Universidad Humboldt de Berlín, pueden incorporarse a los planes actuales para proteger a las tortugas marinas y ayudar en los debates sobre el impacto del calentamiento global.

Especies en peligro de extinción

Las tortugas marinas hembras cavan un nido, depositan sus huevos y luego lo cubren con arena con sus patas traseras antes de regresar al océano. El sol "incuba" los huevos. Después de varias semanas, las pequeñas tortugas están completamente desarrolladas y salen del huevo para tomar la ruta más rápida hacia el mar.

tortugas marinas corren hacia el mar

Imagen: Las crías de tortugas marinas se apresuran desde el nido hacia el mar (Boa Vista, Cabo Verde). Crédito: Parima Parsi-Pour

"El periodo de incubación y, sobre todo, la migración terrestre suponen los mayores riesgos para las crías. Hay muchos depredadores diferentes. Las crías de tortugas marinas grandes y fuertes suelen tener más posibilidades de sobrevivir", informa Werneburg. Se cree que solo una de cada mil crías alcanza la edad adulta. Las dos especies estudiadas en la investigación (tortugas bobas y tortugas verdes) se consideran en peligro de extinción en todo el mundo.

La influencia de las temperaturas del aire y de la arena en el crecimiento corporal de las crías de tortugas marinas en el huevo se ha estudiado muchas veces. “Queríamos añadir datos sobre la influencia de las precipitaciones fluctuantes en las crías durante el periodo de incubación”, explica Regalado Fernández.

El exceso de humedad puede ser fatal para los embriones. Las lluvias torrenciales, las tormentas tropicales y las inundaciones destruyen un número importante de nidos, al igual que la eliminación de arena de la playa. A esto hay que añadir los numerosos depredadores.

Crías de tortugas marinas en el nidoImagen derecha: Crías de tortugas marinas en el nido.

El rápido desarrollo como estrategia de supervivencia

Para su estrategia de supervivencia, las tortugas marinas dependen del desarrollo más rápido posible para que las crías puedan llegar al mar, su verdadero elemento, lo más rápido posible en su etapa más vulnerable de la vida.

“Hasta ahora se pensaba que las altas temperaturas en el nido promovían un desarrollo más rápido de los embriones”, afirma Regalado Fernández.

"Además, los modelos climáticos generados por ordenador apenas fueron capaces de pronosticar las precipitaciones con el aumento de las temperaturas del aire", dice Werneburg.

Los investigadores suponen ahora, sin embargo, que las condiciones climáticas locales, y sobre todo la humedad del suelo, tienen una influencia mucho mayor en el éxito reproductivo de las tortugas marinas que el clima global, que es difícil de cuantificar.

"Para proteger con éxito a las tortugas bobas y verdes todavía necesitamos muchos más datos sobre la influencia del clima regional en la incubación y el desarrollo de las poblaciones. Y los datos deben estar disponibles para todos los que participan en la protección de las tortugas marinas", afirma Regalado Fernández.

El estudio ha sido publicado en BMC Ecology and Evolution: Correlations between local geoclimatic variables and hatchling body size in the sea turtles Caretta caretta and Chelonia mydas

Etiquetas: LluviaTamañoTortuga marina

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