La capacidad de reconocer la dirección este-oeste parece ser inherente en las crías de tortuga boba
Las tortugas bobas (Caretta caretta) pueden hacer desde el nacimiento lo que los humanos han luchado para dominar durante siglos, navegar miles de kilómetros en el océano, longitudinalmente o en dirección de este a oeste, sin puntos de referencia visual. Lo hacen mediante señales magnéticas, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Florida, publicado en la revista Current Science .
Las tortugas, inmediatamente después de madurar y entrar en el mar, se embarcan en una gran migración por todo el Atlántico. Nadan de Florida a las corrientes circulares girando alrededor del Mar de los Sargazos, por el llamado el giro subtropical del Atlántico Norte. Se quedan en el giro y lentamente migran todo el Atlántico, antes de regresar a su origen.
Tales viajes necesitan la capacidad de conocer las direcciones tanto de este a oeste como de norte a sur. Es bien sabido que muchos animales pueden conocer latitudes, o direcciones norte-sur, utilizando las señales del campo magnético de la Tierra. Pero algunos, como la tortuga boba, también parecen ser capaces de descifrar la dirección este-oeste con un mapa magnético. Antes de este trabajo, nadie en ha demostrado que esto es cierto.
Conocer la dirección este-oeste es toda una hazaña, porque mientras el campo magnético terrestre varía con la latitud, hay menos información disponible sobre el campo con la longitud.
Para ver si las tortugas de alguna manera utilizan la información magnética para descifrar dirección este-oeste, los investigadores recrearon las condiciones de un pequeño océano. Colocaron las crías dentro de un recinto circular, lleno de agua y arena. El espacio estaba rodeado de bobinas para generar un campo magnético. Las tortugas fueron atadas a un dispositivo de seguimiento que supervisa su dirección de nado.
Cuando las tortugas fueron expuestas a un campo como el que existe en el lado sudoeste del Atlántico, cerca de Puerto Rico, los animales nadaban noreste, que los llevaría hacia América del Norte y su ruta habitual de migración.
Cuando fueron expuestas a los campos que existen en el lado noreste del Atlántico, cerca de las islas de Cabo Verde, nadaron suroeste. De nuevo, esto los llevaría a la costa de América del Norte.
Dado que las crías nunca había estado en el océano, la capacidad de reconocer la dirección este-oeste parece ser inherente. "Las tortugas reconocen al menos dos diferentes características geomagnéticas que pueden variar en diferentes direcciones a través del Atlántico", afirma el informe.
Cómo lo hacen sigue siendo un misterio. Los científicos postulan que son capaces de averiguar la longitud por no perder de vista el ángulo de inclinación en la que los campos magnéticos que se cruzan la superficie de la Tierra, y la intensidad del campo. Estos cambios en la longitud y la latitud y llevan la forma de una "firma magnética".
"Visto de esta manera, las tortugas pueden tener un mapa magnético con "bi-coordenas" basado en inclinación e intensidad, que no codifica la latitud y longitud en sí, sino que ofrece a las tortugas las dos informaciones: de este a oeste y de norte a sur a lo largo de sus vías migratorias".
Artículo original: Longitude Perception and Bicoordinate Magnetic Maps in Sea Turtles
Enlace recomendado: University of Florida