Los bosques de algas gigantes están entre los hábitats más productivos de la Tierra
Si alguna vez has paseado a lo largo de la costa de California probablemente hayas tenido que caminar alrededor de matas de algas. Hay que comprender esto antes de que fueran arrojadas por las olas y dejadas secar en la playa, ya que antes eran parte de un majestuoso bosque submarino cerca de la costa.
Los bosques de algas gigantes están entre los hábitats más productivos de la Tierra, y su gran diversidad de especies vegetales y animales sustenta muchas pesquerías de todo el mundo. El kelp o algas pardas (Macrocystis) que componen estos bosques submarinos son realmente gigantes. Son las mayores plantas marinas del mundo y crecen regularmente hasta 35 metros de altura; el mayor récord de un kelp gigante está en 65 metros (215 pies) de altura. Los buzos han comparado nadar a través de los bosques de algas gigantes como caminar a través de bosques de secuoyas.
Pero, a diferencia de las secoyas, las algas gigantes son efímeras. Viven siete años como mucho, y a menudo desaparecen antes de eso a causa de las tormentas de invierno o el pastoreo excesivo por otras especies. Como saben los pescadores, los bosques de algas gigantes pueden aparecer y desaparecer de una temporada a otra, de año en año. Pero, ¿existe en el proceso una tendencia o ciclo a largo plazo?
Para averiguarlo, algunos investigadores han recurrido a la serie de satélites Landsat. Las imágenes de color natural (arriba) y en el infrarrojo cercano (abajo) muestran las aguas ricas en algas marinas alrededor de las Islas del Canal de California, como observó el 20 de mayo de 2013 el Operational Land Imager a bordo del satélite Landsat 8. En ambas imágenes son visibles los patrones de las olas en la superficie del agua, las sombras producidas por el agua y el viento en el lado sureste de San Miguel, donde la superficie del océano es más suave. El kelp es muy difícil de detectar en color natural, por lo que una combinación de colores en el infrarrojo cercano y natural (bandas 6-5-4 ) ayudan a que se destaquen (imagen de abajo).
El Landsat mide la energía reflejada y emitida desde la Tierra en diferentes longitudes de onda. Conocer cómo reflejan o absorben energía las características de la Tierra en ciertas longitudes de onda ayuda a los científicos a mapear y medir los cambios en la superficie. La característica más importante para los investigadores de algas es la banda del infrarrojo cercano del Landsat, que mide las longitudes de onda de luz que están justo fuera de nuestro alcance visual. La vegetación sana refleja fuertemente la energía del infrarrojo cercano, por lo que esta banda se utiliza a menudo en estudios de plantas. Además, el agua absorbe una gran cantidad de energía en el infrarrojo cercano y refleja poca, por lo que la banda es particularmente buena para mapear la frontera entre la tierra y el agua.
"El infrarrojo cercano es clave para la identificación de las algas del agua que las rodea", dijo Kyle Cavanaugh, un biólogo marino que utiliza sensores remotos. "Al igual que otros tipos de fotosíntesis en la vegetación, las algas gigantes tienen alta reflectancia en el infrarrojo cercano. Esto hace realmente que el dosel de algas destaque del agua circundante".
La capacidad de ver a través de las aguas costeras y detectar los bosques de algas a través de meses, estaciones y años es fundamental para los científicos que tratan de seguir los cambios. Los investigadores suelen estudiar los bosques zambullendose en ellos. Pero este punto de vista es limitado en el espacio y el tiempo, y está sujeto a condiciones de mal tiempo y mar agitada, los cuales son frecuentes en invierno en la costa del Pacífico de América del Norte.
Para complicar las cosas, los bosques de algas tienen diferente estacionalidad dependiendo de dónde se encuentren. Por ejemplo, los bosques a lo largo de la costa central de California están en su tamaño máximo en el otoño; en el sur de California, a menudo alcanzan su pico en el invierno y la primavera. El Landsat ofrece la oportunidad de ver estos hábitats dinámicos con mayor frecuencia sin poner en riesgo a los buzos. También permite a los científicos mirar hacia atrás ya que los satélites Landsat han realizado mediciones regulares desde 1970.
En una serie de próximos artículos profundizaremos más sobre esta apasionante especie vegetal marina.