El pulpo de arena del sur carece de cromatóforos para camuflarse
No es ningún secreto que los pulpos son maestros del camuflaje en el océano, pero el pulpo de arena del sur (Octopus Kaurna), que se encuentra en la costa sur de Australia, tiene un truco desconocido en otros cefalópodos.
Como un pequeño mago de moluscos, se esconde desapareciendo rápidamente bajo la arena. Por supuesto, sabemos que otras especies de pulpo pueden enterrarse, pero la técnica del pulpo de Kaurna es única en su clase - y ahora ha sido filmada en cámara por primera vez.
El pulpo utiliza su embudo (o sifón) para disparar chorros de agua en la arena debajo de él, lo que crea arenas movedizas. A continuación, cava en el fondo del mar con sus brazos y el manto hasta 20 centímetros (8 pulgadas), donde se construye una pequeña madriguera segregando moco para reforzar las paredes. Como broche de oro del acabado, empuja dos de sus brazos hasta la superficie para crear una especie de "chimenea" para respirar.
Otros pulpos pueden ser capaces de esconderse en la arena, pero están obligados a permanecer cerca de la superficie y deben mantener sus embudos expuestos para poder respirar. Pero el pulpo de arena del sur les supera a todos ellos. "Este es el primer cefalópodo conocido que excava", dice Jasper Montana de la Universidad de Melbourne, que observó por primera vez su comportamiento durante una inmersión en el 2008.
Si a un depredador se le ocurre acercarse al pulpo enterrado, este simplemente derrumba su escondite y utiliza la misma técnica de arenas movedizas para escapar de su atacante.
Pero ¿por qué utilizar estas acrobacias arquitectónicas? El pulpo de arena del sur carece del tipo de camuflaje que usan otros pulpos para esconderse de los depredadores: minúsculos órganos que cambian de color conocidos como cromatóforos. Montana y su equipo de investigación sospechan que esas geniales habilidades de madriguera pueden haber evolucionado para compensar eso.
Artículo científico: Liquid sand burrowing and mucus utilisation as novel adaptations to a structurally-simple environment in Octopus kaurnaStranks, 1990