Son mucho más fuertes e inteligente de lo que creeemos
Con miles de retoños químicamente sensibles, una piel que cambia de color y un cerebro que, literalmente, se alarga cuando comen, los pulpos parecen extraterrestres que viven en nuestros océanos. La comprensión de sus adaptaciones físicas y cómo los pulpos pueden procesar sus propias sensaciones requiere una ágil imaginación.
Estas criaturas de ocho patas varían en peso desde alrededor de medio kilo a las decenas de kilos y tienen su propio comportamiento e historias de vida únicas. Por ejemplo, hay pulpos venosos (Amphioctopus marginatus), también conocido como el pulpo del coco, famoso por usar como armadura cáscaras de coco, conchas de almeja, jarras, o cualquier otra cosa que pueda encontrar, y llevar esas herramientas a lo largo del fondo del mar. Transportan su casa móvil donde quiera que vayan.
El pulpo mimo (Thaumoctopus mimicus), por su parte, es un verdadero maestro del disfraz, capaz de hacerse pasar por otras especies y depredadores locales (algunos lucen de repente unas vibrantes rayas de cebra con manchas rojo dorado). Cada pulpo Wonderpus (Wunderpus photogenicus) lleva un único patrón de manchas en su cuerpo y rayas en sus patas. Los pulpos Flapjack (Opisthoteuthis) tienen membranas entre sus brazos - lo que les permite recoger su comida y viven en la naturaleza a profundidades de trituración y en completa oscuridad.
Para celebrar la semana del cefalópodo 2016, el Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI) ha preparado una recopilación de algunas de sus observaciones favoritas de estos maravillosos animales de las profundidades.
En orden de aparición:
Pilpo dumbo (Grimpoteuthis)
Pulpo patudo del Pacífico (Octopus californicus)
Pulpo Japetella (Japetella)
Calamar de Humboldt (Doscidicus gigas)
Calamar de ojos negros con un saco de huevos (Gonatus)
Pulpo gigante del Pacífico Norte (Enteroctopus dolfeini)
Pulpo cirrado (Cirrata)
Pulpo rojo del Pacífico (Octopus rubescens)
Productor del vídeo: Linda Kuhnz
Ayudantes de Producción: Lonny Lundsten, Kyra Schlining
Música : Fallout de Konstantinos Panagiotidis