El cefalópodo muestra un comportamiento que rara vez se recoje con las cámaras
Llevar conchas a todos los lados puede parecer un comportamiento extraño, pero el pulpo del coco (Amphioctopus marginatus) lo hace por una buena razón.
Un vídeo tomado durante una inmersión en el estrecho de Lembeh, Indonesia, muestra a un agresivo pulpo del coco recorriendo el fondo del océano con conchas de bivalvos que utiliza para su protección, columpiándose amenazadoramente ante la persona que sostiene la cámara.
El comportamiento del pulpo en el vídeo se asemeja a otro pulpo del que escribimos en 2016, que llevaba dos mitades de una cáscara de coco a través del fondo del mar. Puesto que un pulpo queda desprotegido cuando caza presas, una concha puede proporcionarle más seguridad, incluso si es engorroso desplazarse con ella. Además del camuflaje y chorros de tinta, un comportamiento como este muestra la creatividad que permite a los pulpos sobrevivir en el océano sin una dura capa externa.
Las pausas momentáneas en los movimientos del pulpo también permiten a los espectadores ver los detalles de su cuerpo, desde el manto marrón que se asemeja a un saco cubierto de venas, a la parte inferior blanco puro donde se conectan los tentáculos a su cuerpo.
Fredrik Moberg, la persona que filmó el vídeo de este pulpo, dice que tenía delante del pulpo que estaba escondido en las conchas un palo de metal que imita el movimiento de los animales bajo la arena.
"Quedó casi instantáneamente interesado por el movimiento, y salió [de las conchas]", dice. "Después de eso, siguió avanzando".
No está seguro si las brillantes luces impidieron que el pulpo del coco continuara atacando, pero no tuvo contacto directo con el pulpo durante el encuentro.
Aunque otros pulpos han sido observados manipulando su ambiente, como mover rocas para formar una barricada, los científicos creen que llevar conchas es una forma de uso de herramientas en estos invertebrados porque llevan las conchas para uso futuro y deben montarlas adecuadamente para formar un refugio.