Sus grandes ojos han evolucionado para capturar más luz en un ambiente submarino oscuro
Un equipo de investigadores en Taiwán ha descubierto que a pesar de tener ojos desmesurados, el calamar gigante no tiene un lóbulo óptico demasiado grande para igualarlos. En su artículo publicado en la revista Royal Society Open Science, el grupo describe la realización de un estudio de un calamar gigante capturado vivo por los pescadores locales y lo que encontraron al examinar las partes del procesamiento de la visión de su cerebro.
Como señalan los investigadores, a pesar de su notoriedad, algunos aspectos del calamar gigante no han sido muy bien estudiados - esto es porque son capturados vivos muy pocas veces. El estudio del cerebro vivo del calamar, por ejemplo, ha sido extremadamente limitado. En este nuevo trabajo los investigadores aprovecharon una oportunidad única: los pescadores locales atraparon una de las esquivas criaturas marinas y alertaron a los investigadores sobre el hallazgo.
Se ha observado a menudo que el calamar gigante tiene ojos que son tan grandes que parecen un poco cómicos pero, desafortunadamente, se ha hecho poco trabajo para entender su tamaño y qué ventajas aportan a los calamares. Por esta razón, al encontrar un espécimen vivo, los investigadores se centraron inmediatamente en el lóbulo óptico utilizando la resonancia magnética - encontrando que a pesar de los enormes ojos, el lóbulo no era mayor proporcionalmente que el de otros cefalópodos y, de hecho, fue en realidad menor.
Los investigadores descubrieron que la corteza, que es utilizada por otros cefalópodos para procesar la información visual, era rica en neuronas, mientras que la médula no lo era - es utilizada por otros cefalópodos para comunicarse visualmente con otros de su clase.
Los investigadores señalan que sus hallazgos no son sorprendentes: los cefalópodos más pequeños viven en lugares cercanos bien iluminados con otros cefalópodos en ambientes visualmente complejos, por lo que se necesita una comunicación mucho más visual (como el camuflaje). El hallazgo también confirma sospechas de que los grandes ojos del calamar gigante han evolucionado para capturar más luz en un ambiente submarino oscuro, en particular la luz emitida por las nubes de bioluminiscencia que indican que está cerca un cachalote - una de las pocas criaturas marinas que se alimentan de calamares gigantes.
Artículo científico: Mismatch between the eye and the optic lobe in the giant squid