Diez caballitos de mar reintroducidos en la ría de Arousa

Este proyecto permitirá conocer más sobre el comportamiento de los caballitos y sus características reproductivas y biológicas, como su esperanza de vida o la edad de su madurez sexual, además de comprobar si son capaces de adaptarse al medio natural tras haber vivido en un laboratorio.
Los diez ejemplares liberados pertenecen a la especie Hippocampus guttulatus o caballito de mar narizón, la más abundante en aguas españolas. Los ejemplares, genéticamente seleccionados a fin de no alterar la diversidad genética de la población de la zona, van equipados de unos marcadores subcutáneos para permitir su seguimiento, que se prolongará, al menos, un año.
«Al principio haremos un seguimiento muy intenso, sobre todo porque ahora empieza la época de reproducción, lo que nos permitirá conseguir información muy valiosa sobre su madurez sexual y si tienen crías o no», ha explicado Miquel Planas, investigador del CSIC en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y director del proyecto.
Comenta Planas que "este trabajo lo empezamos desde cero, a ciegas, porque la información científica sobre el tema era muy escasa. Hemos tenido que desarrollar desde el diseño de los acuarios hasta las técnicas de alimentación. Por ejemplo, los acuarios normales no sirven, y les alimentamos con artemia, un pequeño crustáceo que también criamos nosotros para evitar parásitos". Así están logrando ejemplares con un tamaño de hasta 26 centímetros, cuando la media está en 18, y una tasa de supervivencia de las crías de un 73 por ciento.
La iniciativa es la culminación del proyecto Hippocampus, iniciado en 2006 y que constituye la primera investigación realizada en Europa para el estudio del caballito de mar narizón. La iniciativa ha desmentido uno de los mitos asociados a estos animales, el de la fidelidad eterna: «En principio son monógamos, (hemos comprobado que tienen una gran capacidad para reconocer a su pareja), ha comentado Planas. «Dependiendo de si uno es soltero o no, de quién tenga a su alrededor y de si es capaz de interactuar con otros ejemplares, puede haber cambios de pareja de modo que siempre se aseguren la descendencia».
"Los ejemplares liberados se han seleccionado en función de sus características genéticas, para que no haya consanguinidad con los ejemplares de la zona" explica el científico. Y añade: "al principio haremos un seguimiento muy intenso, sobre todo porque ahora empieza la época de la reproducción, lo que nos permitirá conseguir información muy valiosa sobre su madurez sexual y si tienen crías o no".
Lo más sorprendente, si bien ya se conocía, es que el caballito de mar tiene una reproducción 'diferente': son los machos los que paren. Las hembras producen huevos con una periodicidad casi mensual y se los introducen al macho en su saco abdominal para que los fertilice. Tiempo después, el macho empieza a convulsionar y pare. El número de crías puede variar, pero en el caballito narizón está alrededor de unas 350.
Además de conocer más sobre la biología de esta especie y contribuir a su conservación, Planas explica que "el desarrollo de técnicas de cría en cautividad también puede tener una aplicación comercial o económica en el campo de la acuariofilia. Una pareja de caballitos tiene en el mercado un precio de unos 130 euros".
Enlace: Proyecto Hippocampus
Ver también: Primeros caballitos de mar en cautividad un acuario del litoral Mediterráneo español
Rito de seducción entre dos caballitos de Mar