Otro ejemplo más de la extraña inteligencia de nuestros señores armados de 8 brazos
Los pulpos son muy inteligentes. Son tan mundanos y avanzados que, honestamente, nos hacen sonrojar a los humanos.
Los pulpos tienen ojos semejantes a cámaras, han dominado la invisibilidad, pueden deslizarse a través de pequeños agujeros y no tienen dos, sino ocho brazos ... que están adornados con ventosas que poseen el sentido del gusto. Y esos brazos pueden ejecutar tareas cognitivas incluso cuando están desmembrados.
Los pulpos tienen distintas personalidades, pueden navegar a través de laberintos complejos, usar herramientas y descubrir todo tipo de complicadas cosas humanas. De hecho, el genoma del pulpo es casi tan grande como el de un ser humano y en realidad contiene más genes codificadores de proteínas: 33.000, en comparación con menos de 25.000 en los humanos.
Con todas estas maniobras maravillosas en mente, confieso que no me sorprendió nada ver lo que sucedió cuando los manipuladores del hermoso pulpo en el vídeo de OctolabTV a continuación le presentaron un rompecabezas. En la prueba de inteligencia, le dieron al pulpo una botella con tapa giratoria con un sabroso refrigerio dentro. Obviamente, esperaban ver al pequeño descubrir cómo desenroscar la tapa. Buahaha, piensa el pulpo.
Con el fin de comprender la fuerza aplicada para sacar la parte superior blanca, los investigadores trataron de replicar esto ellos mismos. Pudieron abrir la parte superior fuera del tanque, pero cuando la botella estaba dentro del tanque, no pudieron duplicar lo que hizo el pulpo. Aplicaron una tremenda cantidad de fuerza y aún así no pudieron hacer lo que hizo el pulpo dentro del agua.
Como señala Octolab, "Pudo encontrar otra forma de abrir la botella que sus manejadores no habían previsto. Siempre es divertido cuando un experimento toma un giro que no esperábamos".