Las neuronas de estos "fósiles vivientes" están organizadas de una manera mucho más sencilla que en los animales
Aunque las medusas no tienen cerebro, los científicos han descubierto una forma de leer sus mentes, por así decirlo.
Con un poco de ingenioso retoque genético, ahora podemos observar cómo las neuronas de una pequeña especie de medusa transparente trabajan juntas para realizar complejos movimientos autónomos, como agarrar y comer presas.