Fueron descubiertas en 1899 y desde entonces sólo han sido avistadas unas 120 veces
Los océanos de la Tierra son el hogar de muchas misteriosas y extrañas criaturas que los humanos rara vez ven, incluidas las medusas fantasma gigantes (Stygiomedusa gigantea). Estas esquivas criaturas de las profundidades marinas tienen una campana de 1 metro de ancho y cuatro brazos en forma de cinta que crecen hasta 10 metros de largo, lo que las convierte en uno de los depredadores invertebrados más grandes del océano.
El primer ejemplar de medusa fantasma gigante fue capturado en 1899 y descrito en 1910. Desde entonces, la especie solo ha sido avistada unas 120 veces. Esto se debe a que estas medusas generalmente viven en aguas profundas, hasta 6.700 m (22.000 pies) por debajo de la superficie.
Tienen cuerpos comprimibles y aplastables, lo que les ayuda a sobrevivir a las presiones increíblemente altas que experimentan a estas profundidades.
En 2022, los investigadores observaron medusas fantasma gigantes en tres ocasiones distintas durante expediciones sumergibles en la Antártida, con vídeos e imágenes que mostraban a las criaturas nadando a profundidades relativamente bajas de entre 260 y 920 pies (80 a 280 m). En un estudio que informa sobre los avistamientos, los investigadores dijeron que es probable que las medusas vivan más cerca de la superficie en latitudes altas del sur porque las variaciones estacionales en la luz solar pueden llevar a las presas más cerca de la superficie.
A diferencia de otras medusas, las medusas fantasma gigantes no tienen tentáculos urticantes para atrapar a sus presas. En cambio, envuelven sus alimentos con sus brazos (generalmente plancton o pequeños peces) y los llevan a sus bocas.
Las medusas fantasma gigantes también se diferencian de otras medusas por ser vivíparas, lo que significa que dan a luz a crías vivas. Las crías se desarrollan dentro de la madre antes de desprenderse del interior de la campana y salir nadando de la boca de su madre.
Cuando hay luz visible, las medusas fantasma gigantes emiten una ligera luz de color rojo anaranjado a través de bioluminiscencia, lo que significa que producen luz a través de reacciones químicas naturales. No se sabe exactamente por qué brillan, pero los investigadores creen que podría ser para comunicarse, confundir a los depredadores, atraer a sus presas o atraer a posibles parejas.
Imagen: Una segunda medusa fantasma gigante detectada por el equipo Viking. (Crédito de la imagen: Mark Niesink)
Sin embargo, como estas medusas viven en las profundidades del océano (donde la luz roja no puede penetrar muy lejos), su brillo es muy tenue, lo que probablemente las ayuda a mantenerse ocultas.
Estas medusas son exploradoras solitarias, pero también parecen ayudar a proteger a criaturas marinas más pequeñas. Durante una expedición al Golfo de California, investigadores del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey detectaron un pequeño pez, la brótula pelágica (Thalassobathia pelagica), que se refugiaba debajo de una medusa fantasma gigante. A cambio, el pez ayudaba a la medusa eliminando parásitos.
