Physalia minuta es una especie recientemente identificada
Si bien durante mucho tiempo se creyó que era una especie única, distribuida globalmente y que se desplazaba libremente por el océano abierto, ahora se ha revelado que es un grupo de al menos cuatro especies distintas, cada una con su propia morfología, genética y distribución únicas.
Un equipo de investigación internacional dirigido por científicos de la Universidad de Yale e investigadores australianos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) y la Universidad Griffith, ha descubierto esta sorprendente biodiversidad al secuenciar los genomas de 151 especímenes de Physalia de todo el mundo.
El estudio encontró evidencia sólida de aislamiento reproductivo entre cinco linajes genéticos, desafiando la suposición sostenida durante mucho tiempo de que el océano abierto sustentaba poblaciones únicas y bien mezcladas.
"Nos quedamos impactados, porque asumimos que eran todos de la misma especie", dijo Kylie Pitt, profesora de la Universidad Griffith. "Pero los datos genéticos muestran claramente que no solo son diferentes, sino que ni siquiera se cruzan a pesar de sus áreas de distribución superpuestas. La carabela portuguesa está excepcionalmente adaptada para los viajes de larga distancia, utilizando su flotador lleno de gas y su musculosa cresta para atrapar el viento y navegar por la superficie del mar".
Mediante un enfoque integrador, el equipo relacionó linajes genómicos con distintas cuatro formas físicas identificadas a partir de miles de imágenes de ciencia ciudadana enviadas a iNaturalist.org. Estas morfologías —propuestas originalmente como especies separadas en los siglos XVIII y XIX, pero posteriormente descartadas— han sido verificadas mediante moderna evidencia genómica.
Imagen: Hay más de 3.000 imágenes de carabelas portuguesas en Australia en el sitio web de iNaturalist
El estudio describe Physalia physalis, P. utriculus y P. megalista, junto con una especie recientemente identificada, Physalia minuta, que se encuentra cerca de Nueva Zelanda y Australia. Cada especie se subdivide en subpoblaciones genéticamente distintas, moldeadas por los vientos y las corrientes oceánicas regionales, según modelos avanzados de circulación oceánica.
"Existe la idea de que los océanos abiertos están todos conectados, y que solo existe una especie de carabela portuguesa, y que todas están conectadas globalmente porque se dejan llevar por el viento y la corriente", dijo la profesora Pitt. "Pero eso no es cierto en absoluto. Y lo realmente interesante en el este de Australia es que tenemos múltiples especies que han evolucionado a pesar de su posible coexistencia".
Imagen: El estudio demostró la existencia de al menos cuatro especies distintas de carabela portuguesa.
"Entonces, ¿Por qué se desarrollaron en especies distintas cuando se cree que todas estarán en el mismo entorno, mezclándose? ¿Cuál fue la presión selectiva que condujo a la diferenciación de las especies?
Los investigadores dijeron que las investigaciones futuras sobre los procesos físicos, ambientales y biológicos que generaron y mantuvieron esta variación genética serían cruciales para recalibrar las expectativas de la ciencia hacia la biodiversidad en océano abierto.
El estudio se ha publicado en Current Biology: Population genomics of a sailing siphonophore reveals genetic structure in the open ocean