La Physalia mikazuki (carabela portuguesa de casco creciente)
Un grupo de investigación dirigido por estudiantes de la Universidad de Tohoku ha descubierto una nueva especie de la venenosa Physalia (comúnmente conocida como carabela portuguesa) que nunca antes se había visto en el noreste de Japón.
Esta revelación sugiere que el calentamiento de las aguas costeras y los cambios en las corrientes oceánicas están influyendo en la distribución de los organismos marinos en el noreste de Japón.
El estudio presenta la primera descripción formal de una especie de Physalia de Japón.
"Estaba trabajando en un proyecto de investigación completamente diferente en la bahía de Sendai, en la región de Tohoku, cuando me encontré con esta medusa única que nunca había visto por aquí", dice el segundo autor, Yoshiki Ochiai. "Así que la recogí, la metí en una bolsa Ziploc, me subí a mi scooter y la llevé de vuelta al laboratorio".
La curiosidad despertada por esta llamativa criatura de color azul cobalto fue lo que condujo al notable descubrimiento de una nueva especie de Physalia. La profesora Cheryl Ames, de la Facultad de Ciencias Agrícolas y del Instituto Avanzado para el Cambio de los Ecosistemas Marinos (WPI-AIMEC), declaró que la especie fue bautizada como Physalia mikazuki ("carabela portuguesa de casco creciente") en honor al señor feudal de Sendai, Date Masamune, un guerrero samurái conocido por la media luna que adornaba su casco.
Vídeo: Physalia mikazuki sp. nov., una carabela portuguesa recientemente descrita, filmada viva en la bahía de Sendai, Japón. Las imágenes muestran grupos definidos de zooides (unidades de alimentación, reproducción y defensa) dispuestos bajo la boya translúcida en forma de media luna. Su movimiento coordinado resalta la intrincada organización de la colonia, característica del género Physalia. Crédito: Universidad de Tohoku
"Fue un proceso muy laborioso registrar todas las estructuras corporales únicas que la distinguen de las otras cuatro especies de Physalia", afirma el primer autor, Chanikarn Yongstar. "Examiné cada parte individualmente, comparando su apariencia con antiguos tratados donde los eruditos dibujaban a mano la anatomía de la medusa. Un verdadero desafío si se tiene en cuenta la cantidad de partes entrelazadas que posee".
En Japón, Physalia utriculus se encuentra desde Okinawa hasta la bahía de Sagami. Anteriormente se creía que era la única medusa de ese género en la zona, pero mediante la comparación de secuencias de ADN con bases de datos de referencia públicas, este estudio reveló que su distribución se superpone con la de la recientemente descrita P. mikazuki. En otras palabras, siempre hubo dos especies en esa zona, pero nadie se dio cuenta hasta que apareció en la región de Tohoku.
Imagen: Playa Gamo en la bahía de Sendai, prefectura de Miyagi, donde se descubrió por primera vez Physalia mikazuki sp. nov. en julio de 2024. Varias colonias de carabelas portuguesas quedaron varadas en la costa tras la actividad de corrientes cálidas vinculada al desplazamiento hacia el norte de la corriente de Kuroshio. ©Universidad de Tohoku / Ochiai Yoshiki
"Nuestros análisis morfológicos y de ADN confirmaron que estos especímenes representan una nueva especie, distinta de sus parientes tropicales", dice Kei Chloe Tan, quien realizó el análisis de ADN, "Lo cual es un emocionante hallazgo en sí mismo, pero aún teníamos preguntas sobre cómo llegó aquí".
El avistamiento en la región de Tohoku representa el primer registro de Physalia tan al norte. Para responder a las preguntas sobre cómo llegó tan lejos, realizaron simulaciones por computadora del transporte de objetos por las corrientes superficiales oceánicas.
Los resultados sugieren que las aguas cálidas de la corriente de Kuroshio, que recientemente se ha extendido mucho más al norte junto con anomalías en la temperatura de la superficie del mar, podrían haber transportado las colonias a la bahía de Sendai. Este hallazgo ofrece una nueva perspectiva sobre cómo los cambios en los ecosistemas marinos pueden influir en el movimiento de los organismos marinos que se desplazan a la deriva en la superficie.

Imagen: Un mapa que muestra la trayectoria estimada de las partículas que se desplazan a lo largo de la costa este de Japón (de mayo a agosto de 2024). El esquema y el GIF, diseñados con el paquete de simulación OceanParcels, muestran que las partículas hipotéticamente depositadas en la bahía de Sagami podrían ser transportadas por la extensión de la corriente de Kuroshio hasta la costa de Sendai en 30 días, y más al norte hasta Aomori en 75 días. El color de fondo indica la velocidad media de la corriente (en m/s). ©Universidad de Tohoku / Cheryl Lewis Ames et al.
"Realicé una simulación de partículas, que consiste en dejar caer en el agua pelotas de playa rojas brillantes y luego hacer estimaciones basadas en datos para rastrear dónde terminarán días o meses después", explica Muhammad Izzat Nugraha. "Nos emocionó descubrir que, en nuestra simulación, todas las pelotas de playa esencialmente formaron un rastro desde la bahía de Sagami hasta justo donde encontramos la 'carabela portuguesa con casco de media luna' en la región de Tohoku".
Este descubrimiento también subraya la importancia de la vigilancia costera y la concienciación pública. Con tentáculos que pueden extenderse varios metros y causar dolorosas e incapacitantes picaduras, la vigilancia continua puede contribuir a la seguridad de los bañistas y, al mismo tiempo, mejorar nuestro conocimiento ecológico.
"Estas medusas son peligrosas y quizás un poco aterradoras para algunos, pero también son criaturas hermosas que merecen que se continúen los esfuerzos de investigación y clasificación", añade Ayane Totsu.
El estudio se ha publicado en Frontiers in Marine Science el 30 de octubre de 2025: Physalia mikazuki sp. nov. (Phylum Cnidaria; class Hydrozoa) blown into Japan’s northeast (Tohoku) at the whim of marine ecosystem change












