
Los esfuerzos futuros deberán centrarse en una cada vez mayor vigilancia de las medusas
Con las recientes informaciones de los medios de floraciones de medusas tan grandes y densas que algunas hasta impiden las operaciones de pesca comercial, diezman las poblaciones de peces de granja y fuerzan a cerrar las plantas de energía nuclear al obstruir las entradas de agua, ha crecido la preocupación pública sobre una aparente proliferación de medusas.En efecto, hay pruebas abrumadoras de que los números de medusas han aumentado en algunas regiones, con factores humanos que probablemente jueguen un papel importante. En algunas regiones, por el contrario, se ha visto un descenso en el número de medusas. Por su parte, varios investigadores científicos han sugerido que una variedad de actividades humanas como la sobrepesca, la contaminación por nutrientes, el calentamiento y la acidificación del océano, y la translocación especies (desplazamiento artificial de individuos) pueden, si no se controlan, conducir a aumentos dramáticos en las medusas a escala mundial.
Ahora, dos estudios recientes han examinado la cuestión. El primero, publicado en BioScience por Robert Condon y otros 16 investigadores afiliados con el Global Jellyfish Group, se basa en una revisión extensa de los datos disponibles sobre las poblaciones de medusas y llega a la conclusión de que cualquier aumento global de zooplancton gelatinoso (medusas) no puede justificarse.
El grupo de Condon no niega la posibilidad de que estén aumentando las medusas en número. Sin embargo, cita una amplia gama de deficiencias en la información disponible acerca de las medusas, así como los factores que pueden llevar a malentendidos sobre las tendencias actuales en las poblaciones de medusas globales. En el primer caso, por ejemplo, señalan los pocos registros a largo plazo (más de 20 años) de la abundancia de medusas y su distribución.
Contrasta la afirmación anterior con un estudio publicado en Hydrobiologia por Lucas Brotz de la Universidad de British Columbia y sus colegas que concluyen que "las poblaciones de medusas parecen estar aumentando en la mayoría de los mares y ecosistemas costeros del mundo".
Para llegar a este veredicto Brotz y equipo examinaron las cuentas de las floraciones de medusas a partir de 1950, basándose en una amplia variedad de fuentes, tanto científicas como anecdóticas. Las cuentas se agrupan en diferentes "crónicas de medusas", dependiendo de los lugares en que ocurrieron, las cuales fueron divididas dentro de los Grandes Ecosistemas Marinos (LME).
Después de que habían sido agrupados en el LME, se analizó cada cuenta individual mediante lógica difusa para la confiabilidad, cobertura temporal y la cobertura espacial. Usar el sistema de lógica difusa garantiza que la información de fuentes confiables, tales como artículos de revistas revisadas por pares tenían una mayor influencia en los datos de las cuentas más casuales, y las conclusiones permitidas con diferentes grados de certeza que se forman sobre las poblaciones de medusas en los diferentes grandes ecosistemas marinos.
De los 45 grandes ecosistemas marinos incluidos en el estudio, 28 mostraron tendencias cada vez mayores de poblaciones de medusas, tres mostraron tendencias decrecientes de la población, y el resto se mantuvo relativamente constante.
Entre los grandes ecosistemas marinos con poblaciones de medusas en aumento, 10 (el 21 por ciento de la superficie total analizada) fueron clasificados como "de seguridad alta". Sólo fueron incluidos los datos de los cambios documentados (o la ausencia de cambios) en las poblaciones de medusas en el período de varios años o más, y fueron omitidos los eventos esporádicos o aislados de floración para minimizar el sesgo de notificación, para hacer los resultados tan fiables como sea posible, dada la heterogeneidad de fuentes de información.
En ambos documentos reconocen que sigue habiendo grandes lagunas por cubrir en nuestra comprensión de las medusas, su dinámica de población y su papel en los ecosistemas marinos. En una carta dirigida a Nature por uno de los co-autores del artículo de Hydrobiologia, Daniel Pauly, junto con dos colegas, sacan la conclusión de que, "Para nosotros es poco probable llegar a un consenso en un futuro próximo. Existen pruebas convincentes de que algunas especies de medusas representan un riesgo en particular para los sistemas marinos, por lo que creemos deben tomarse acciones preventivas ahora. Los esfuerzos podrían centrarse en una vigilancia cada vez mayor (actualmente escaso para las medusas) y minimizar la eutrofización del hábitat, la sobrepesca y la translocación de especies, todo aquello que cause brotes de medusas".
Fuentes:
1. Brotz, L. et al. In press. Increasing jellyfish populations: trends in Large Marine Ecosystems. Hydrobiologia.
Open Access: //www.springerlink.com/content/h2m74376448540r8/fulltext.pdf
E-mail:
2. Condon, R.H. et al. 2012. Questioning the rise of gelatinous zooplankton in the world’s oceans. BioScience 62(2): 160-169.
E-mail:
3. Richardson, A.J. et al. 2012. Degraded ecosystems: Keep jellyfish numbers in check. Nature 483(7388): 158.