Las picaduras de la avispa de mar son tan dolorosas que pueden matar a humanos adultos
Científicos australianos y chinos han identificado un antídoto contra el veneno de la muy temida avispa de mar o medusa de caja (Chironex fleckeri) que, al menos en ratones, suprime el extremo dolor y la muerte de los tejidos que generalmente siguen a una picadura de medusa.
Los investigadores, dirigidos por Greg Neely de la Universidad de Nueva Gales del Sur de Australia, sugieren que su técnica también podría aplicarse a las toxinas de otros animales, pero el solo hecho de tratar con la medusa de caja sería un gran comienzo.
La especie es una de las más venenosas del mundo: sus picaduras son increíblemente dolorosas y la exposición severa puede llevar a la muerte en cuestión de minutos.
Hasta ahora, no estaba claro el mecanismo detrás de esta respuesta rápida y dramática y, por lo tanto, muchos tratamientos actuales tienen un efecto limitado. Ninguno es capaz de atacar directamente el dolor o la muerte del tejido local, resultados clínicos más comunes de la exposición al veneno.
Un importante obstáculo para el desarrollo de nuevos tratamientos ha sido la limitada comprensión molecular de la acción del veneno.
Ahora, Neely y sus colegas han descubierto las vías celulares activadas por la exposición a las toxinas.
Escribiendo en la revista Nature Communications, describen la realización de una técnica CRISPR de todo el genoma para identificar los genes necesarios para la muerte de la célula anfitriona.
Identificaron varios genes esenciales para la toxicidad de las células venenosas, incluidos los implicados en la biosíntesis del colesterol, y demostraron que al interferir con ellos aumentaba la resistencia a la toxina de la medusa de caja.
Además, descubrieron que la administración de un compuesto que modula el colesterol y que se ha utilizado en humanos para tratar la enfermedad de Niemann-Pick (una afección que afecta la capacidad del cuerpo para metabolizar la grasa) redujo el dolor y bloqueó la muerte del tejido en ratones cuando se administró hasta 15 Minutos después de la exposición a la toxina.
"En resumen, nuestro enfoque de detección imparcial ha identificado genes esenciales y vías celulares involucradas en los mecanismos del veneno de la medusa para desencadenar la muerte celular y ha llevado a la identificación de nuevos antídotos contra el veneno capaces de suprimir el dolor y la destrucción de los tejidos asociados con el envenenamiento", escriben los investigadores.
"Estos resultados resaltan el poder de la detección CRISPR del genoma completo para investigar los mecanismos de acción del veneno e identificar rápidamente nuevos medicamentos".
El equipo del profesor asociado Neely trabaja en genómica funcional y estudia el dolor crónico en el Centro Charles Perkins y dirige el Sydney Genome Editing Initiative en la Universidad de Sydney. Están estudiando una gama de criaturas australianas mortales (la medusa de caja y una amplia variedad de otros animales venenosos) para comprender qué causa el dolor.
Artículo científico: Molecular dissection of box jellyfish venom cytotoxicity highlights an effective venom antidote