Las langostas arcoiris, azules, naranjas, verdes...
Sólo una langosta entre diez millones cambia su color natural
Cuando en una tienda de abarrotes de Quebec abrieron un cargamento de langostas, uno de los crustáceos, parecía que ya había sido hervido y estaba listo para comer, hasta que comenzó a moverse.
France Daiphin quien ha trabajado en el departamento de pescado del Trois-Riviòres IGA durante siete años, dijo que se sorprendió cuando abrió el envío.
"Lo encontré y "Hey, ¿qué es eso! Se ha cocinado? No, está viva!". Ella se rió y dijo que nadie en la tienda había visto nunca una langosta de esa manera.
La langosta no era un zombie de regreso de la olla para aterrorizar a los comensales, sólo una rareza genética - sólo una en 10 millones de langostas cambia el color natural de su caparazón.