El animal de color plátano probablemente tiene un trastorno genético poco común llamado leucismo
Como un enorme plátano retorcido con branquias, un siluro de color amarillo brillante salió del agua y entró en el bote de Martin Glatz. Glatz, un pescador profesional en un lago de los Países Bajos con su hermano gemelo Oliver, habían atrapado muchos bagres en su vida, pero ninguno como este. Glatz entró en pánico al principio.
"Nunca antes había visto un bagre así", dijo Glatz. "Todavía estoy asombrado por eso".
El animal es un pez gato o siluro (Silurus glanis), una gran especie que es nativa de los lagos y ríos de Europa, según Field & Stream. Estos peces son conocidos por su enorme tamaño; pueden crecer al menos 2,7 metros de largo y pesar casi 130 kilogramos, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los estados Unidos.
Pero rara vez tienen el tono de plátano que pescó Glatz; la mayoría de los siluros tienen cuerpos de color negro verdoso oscuro, con un puñado de manchas amarillas moteadas, dijo la NOAA.
Es probable que el siluro de color limón tenga leucismo, un trastorno genético poco común que provoca una reducción de la pigmentación en la piel y el cabello. (A diferencia del albinismo, un trastorno genético similar, el leucismo no afecta los ojos del animal).
Se ha observado leucismo en mamíferos, reptiles, aves y peces, lo que resulta en llamativos avistamientos como pingüinos amarillos y orcas blancas. En 2017, se vio un siluro amarillo leucístico en el río Mississippi en Iowa, que ocupó los titulares del periódico local Herald & Review.
Si bien son extraños y hermosos para los ojos humanos, los animales leucistas generalmente enfrentan una desventaja en la naturaleza. Con sus cuerpos ligeros, a veces brillantes, los animales leucistas se destacan más ante los depredadores y pueden ser objetivos más fáciles que sus primos completamente pigmentados.
Este siluro parece haber escapado de una muerte prematura, y puede vivir para crecer aún más. Después de tomar algunas fotos, Glatz devolvió al pez al agua con la esperanza de que creciera "muy grande", quizás dando a otro pescador una sorpresa aún mayor en futuros viajes de pesca.