Come algas para robarles su capacidad de realizar la fotosíntesis
Estas pequeñas criaturas marinas probablemente sean más conocidas por su apodo, las babosas marinas "oveja", debido a su asombroso parecido con el icónico animal terrestre.
Estas adorables criaturas tienen caras blancas, pequeños ojos negros y dos "orejas". Estas estructuras son órganos especiales llamados rinóforos cubiertos de diminutos pelos que ayudan a las ovejas de mar a detectar los químicos en el agua y encontrar comida. Sus diminutos cuerpos están cubiertos de estructuras verdes llamadas cerata, que parecen hojas y les dan una mayor superficie para el intercambio de gases.
Las ovejas de mar (Costasiella kuroshimae), que miden hasta 8 milímetros de largo, fueron descubiertas por primera vez en la isla de Kuroshima, Japón, en 1993. También se las ha registrado en Filipinas, Indonesia, Singapur y Tailandia. Las babosas marinas oveja se encuentran en aguas poco profundas cerca de los arrecifes de coral. Viven de algas, que también les proporcionan alimento.
Imagen: Babosa marina Costasiella Kuroshimae
Babosas marinas alimentadas con energía solar
Cuando las ovejas de mar comen algas, absorben cloroplastos, estructuras especiales donde se lleva a cabo la fotosíntesis. Estos están llenos de clorofila, y el pigmento verde le da a los cuerpos de las babosas marinas un color similar al de las hojas. Esto no sólo les ayuda a mimetizarse con su entorno para esconderse mejor de los depredadores, sino que también les proporciona una inteligente forma de generar alimento.
Las babosas marinas roban los cloroplastos mediante un proceso llamado cleptoplastia (palabra griega que significa "ladrón") y los almacenan en sus tejidos hasta por 10 días. Los cloroplastos continúan trabajando dentro de los animales, permitiéndoles crear energía a través de la fotosíntesis.
"Imagina que comes una ensalada y conservas el cloroplasto de la misma en tu sistema digestivo, de modo que sólo necesitas exponerte al sol para producir comida", dijo a la BBC Miguel Azcuna, profesor adjunto de química de productos naturales marinos en la Universidad Estatal de Batangas en Filipinas. "Es conveniente para la supervivencia", afirma Azcuna, experto en ecología de arrecifes de coral.
Junto con los corales, las salamandras moteadas y las almejas gigantes, estas babosas alimentadas por energía solar se encuentran entre los pocos animales que pueden realizar la fotosíntesis.
Si piensas que es increíble, echa un vistazo a la babosa marina que se parece a un conejo.