Vídeo con primeros planos de una rinoquimera
Las quimeras son los únicos vertebrados que conservan las huellas de un tercer par de extremidades
A veces es fácil olvidar lo poco que sabemos acerca de la materia que cubre las dos terceras partes de nuestro planeta. El océano en su mayor parte sigue estando inexplorado.
El buque Okeanos Explorer de la NOAA nos acerca con sus expediciones a conocer un poco más de este maravilloso mundo de las profundidades. En este barco alumnos de todas las edades se embarcan juntos en viajes científicos de exploración en áreas poco conocidas o inexploradas del océano global. Los estudiantes participarán de manera innovadora como exploradores del océano en grandes descubrimientos que conducen a una mayor comprensión y una mayor alfabetización científica de nuestro mundo marino.
En una de las recientes expediciones de este verano uno de los ROV (vehículo submarino operado a control remoto) consiguió filmar a una de las criaturas marinas más extrañas y poco conocidas: la rinoquimera (Harriotta sp.).
Las quimeras son peces cartilaginosos en el orden Chimaeriformes conocidos informalmente como tiburones fantasma.
Pueden ser uno de los grupos "más antiguos y enigmáticos de peces vivos actuales". En algún momento fue un grupo diverso y abundante (basado en el registro fósil). Sus parientes vivos más cercanos son los tiburones, aunque en términos evolutivos se bifurcaron de ellos hace cerca de 400 millones de años y han vivido aislados desde entonces. Hoy en día se limitan en gran medida a aguas profundas.
Las quimeras viven en suelos marinos templados hasta 2.600 metros (8.500 pies) de profundidad, con pocas especies a profundidades menores de 200 metros (660 pies). Las excepciones incluyen a los miembros del género Callorhinchus, como el pez conejo, que periódicamente y a nivel local se encuentra a profundidades relativamente someras. En consecuencia, también se encuentra entre las pocas especies del orden Chimaera que se mantienen en acuarios públicos.
Tienen cuerpos alargados, blandos, con una cabeza voluminosa y una sola apertura branquial. Crecen hasta 150 centímetros (4,9 pies) de longitud, aunque esto incluye la larga cola que se encuentra en algunas especies. En muchas especies, el hocico se modifica en un alargado órgano sensorial (como podemos ver en el vídeo).
Al igual que otros miembros de la clase Chondrichthyes, las quimeras tienen un esqueleto construida de cartílago. Su piel es suave y en gran parte cubierta por escamas placoideas, y su color puede variar desde el negro al gris pardusco. Para la defensa, la mayoría de las quimeras tienen una venenosa columna situada delante de la aleta dorsal.
Las quimeras parecen tiburones en algunas características, ya que emplean pterigopodios para la fertilización interna de las hembras y ponen huevos con una piel coriácea. Sin embargo, a diferencia de los tiburones, las quimeras macho también tienen apéndices sexuales retráctiles en la frente (un tipo de tentáculo) y en frente de las aletas pélvicas. Las hembras ponen los huevos en forma de husillo cubiertos de una cápsula coriácea.
También difieren de los tiburones en que sus mandíbulas superiores están fusionadas con el cráneo y tienen separadas las aberturas anal y urogenital. Carecen de muchos dientes afilados y reemplazables como los tiburones y en su lugar tan sólo tienen tres pares de grandes placas de trituración. Esos dientes permanentes tienen un opérculo como los peces óseos. Las quimeras son los únicos vertebrados que conservan las huellas de un tercer par de extremidades.