Ni hongos, ni peces, estos excéntricos organismos recogidos en 1986 pueden representar una rama temprana del árbol de la vida
El mar profundo alberga una galería de extrañas formas de vida, "desde pícaros peces de dientes afilados que usan pequeñas luces para atraer a la presa a isópodos gigantes que se asemejan a la cara de algún alien. Ahora, unas criaturas en forma de hongo que recuerdan a Super Mario Bros se han unido a ese mundo aparentemente alienígena.
Recogidas en 1986, las criaturas representan un nuevo género completo, nombrado Dendrogramma por sus descubridores daneses. Parecen estar más relacionadas con los cnidarios (medusas) y Ctenophora (medusas peine), pero no tienen las características que las colocarían sin dudas en estos grupos. Además, los Dendrogramma parecen compartir características con algunos organismos precámbricos extintos que datan de hace 600 millones de años, informan los investigadores en la revista PLOS ONE.
"La evidencia actual sugiere que representan una rama temprana en el árbol de la vida", dijo en un comunicado Jørgen Olesen, un experto en biosistemática de la Universidad de Copenhague y co-autor del estudio.
Cuando se recogieron las muestras en los años 80, los investigadores utilizaron un dispositivo operado por control remoto para tomar muestras de la vida marina de hasta 3.280 metros por debajo de la superficie del océano, cerca del talud continental de Australia sureste. En la primera pasada encontraron 18 de estos organismos en forma de hongo, y guardaron a los animales - de aproximadamente 0.4 pulgadas de ancho - en formol neutro y etanol para su conservación.
Casi de inmediato, los científicos sabían que habían tropezado con algo peculiar. "Organismos de naturaleza inusual" y "afinidad taxonómica incierta" golpearon a los investigadores, que también se quedaron perplejos al ver que no había ninguna indicación de que las criaturas se habían arrancado o roto de una roca o del fondo del océano. En otras palabras, mientras se veían como hongos, parecían ser animales que viven en libertad. Pero cuando el equipo regresó al mismo lugar de muestreo en 1988, no pudieron encontrar ninguna prueba más de las criaturas, y durante casi 30 años su identidad sigue siendo difícil de catalogar.
Con el tiempo, las muestras arrugadas se hicieron frágiles en la fuerte solución de alcohol. Aún así, Olesen y sus colegas fueron capaces de utilizar los ejemplos, junto con fotos y notas tomadas en 1986, para finalmente dar al Dendrogramma el lugar que les corresponde en el árbol filogenético. Además de describir el nuevo género, el equipo identificó dos especies entre la colección, que han llamado D. discoides y, apropiadamente, D. enigmatica.
Quedan muchas preguntas, incluyendo cómo se reproducen los Dendrogramma, lo que comen y su relación precisa con otras especies, incluyendo a las modernas medusas y organismos más antiguos. Los investigadores aún se preguntan si las criaturas parecidas a setas deben pertenecer a su propio filo, el cuarto nivel en la jerarquía de la clasificación biológica. Sin embargo, escriben, "nos abstenemos de erigir un taxón de tan alto nivel, por el momento, ya que se necesita nuevo material para resolver muchas cuestiones pertinentes pendientes".
El análisis molecular podría ayudar a desbloquear algunas pistas, pero tales trabajos son imposibles debido a los daños causados por la solución de preservación en que fueron mantenidos los especímenes. Las respuestas tendrán que esperar hasta que puedan ser rescatadas del mar más "setas vivas".