Sus diminutos cuerpos no tienen espacio para los órganos
Hay un montón de animales terrestres que tienen un equivalente marino. Hay serpientes y serpientes marinas, babosas y babosas marinas, leones y leones marinos, monos y monos de mar, pepinos y pepinos de mar.
Pero quizás la más extraña de las variaciones del océano sea la araña de mar, que no es en realidad una araña en absoluto, sino un artrópodo marino conocido por la ciencia como picnogónido o pantopoda, del griego "rodillas apretadas" y "todo patas".
Una vez que hayas visto a algunas de ellas arrastrarse por el fondo, sus nombres tienen mucho sentido. Sus ocho (o 10 o 12) delgadas patas (algunas con ocho articulaciones de la rodilla!) les dan un sorprendente parecido con las típicas arañas, y sus diminutos cuerpos hacen que parezcan que en realidad sean solo patas.
Las arañas de mar son un organismo ancestral que en realidad puede ser anterior a todos los otros artrópodos. Con más de 1.300 especies conocidas que van desde 1 milímetro a 3 pies de ancho (un metro), se pueden encontrar en todos los océanos de la Tierra, ya sea en la superficie o en las profundidades, en el Mediterráneo o en la Antártida.
Sus extrañas proporciones corporales hacen interesante su anatomía. Ellas no necesitan pulmones, ya que simplemente pueden absorber oxígeno a través de sus extremidades directamente en el torrente sanguíneo. Sus enormes patas les permiten caminar a través de la arena del fondo del océano sin hundirse en el barro, pero sus diminutos cuerpos no tienen espacio para sus órganos.
¿Dónde colocarlos? En sus enormes patas, por supuesto!
Así es, sus órganos - incluyendo el estómago y los genitales - se extienden a lo largo de sus patas.
A pesar de que no tienen colmillos como sus primas terrestres, las arañas de mar siguen siendo aterradores carnívoros, utilizando su trompa para chupar nutrientes de esponjas, anémonas y medusas.
Puedes ver más imágenes de arañas de mar en acción en el vídeo a continuación.