El engullidor negro captura presas mucho más grandes que él
Ya casi es Halloween, y los niños tocarán puertas en todo el mundo para pedir dulces regalos. Sin embargo, para muchos animales, encontrar comida no es tan fácil: requiere una combinación de agudos sentidos, destreza física y buena suerte.
Es por eso que algunas especies han desarrollado una estrategia única para evitar el hambre: almacenan sus alimentos en sus cuerpos. Probablemente la más reconocible de estas es la ardilla listada, cuyas enormes bolsas en las mejillas contienen nueces y semillas recolectadas durante los meses más cálidos. En lugar de engordar durante el largo invierno, estas 25 especies de roedores guardan los alimentos en sus abultadas mejillas.
"Almacenar comida es un rasgo bastante avanzado", dice Tracey Sutton, ecologista marina de la Universidad Nova Southeastern en Florida. "Es una importante estrategia ecológica para los animales que viven en un entorno alimentario muy irregular", ya sean temperaturas heladas o las remotas profundidades del océano.
Estudiar tales adaptaciones también ayuda a los científicos a comprender cómo puede hacer frente la vida silvestre a cambios ambientales cambiantes, como la crisis climática.
El engullidor negro (Chiasmodon niger) es un pez de aguas profundas que captura presas mucho más grandes que él y luego las arrastra a través de su aparato digestivo hasta un estómago que cuelga debajo, un poco como una bolsa de supermercado.
Los engullidores negros viven a profundidades de hasta 4 kilómetros, donde la comida es relativamente escasa, tal vez por qué el engullidor negro come tanto, como una estrategia para obtener todo lo que pueda. Y en las poco pobladas profundidades, a los peces pueden les puede tiempo para digerir estos artículos de presa más grandes sin temor a ser amenazados, dice Sutton.
El engullidor negro nunca ha sido captado por la cámara, algo que Sutton dice que espera que cambie en el futuro.
"Nuestro conocimiento de las profundidades del mar es en gran medida forense", dice, y la mayoría de los especímenes se examinan post mortem. "Ver comportamientos en la naturaleza, incluso tan simples como la forma en que nadan, nos ayuda a llenar los espacios en blanco".