Un diente de megalodon malformado insinúa una lesión que pudo haber debilitado su mandíbula
El enorme y extinto tiburón megalodon dominó los mares hace millones de años, pero incluso este temible carnívoro oceánico no era inmune a los problemas dentales.
Un reciente análisis de un diente de megalodon (Otodus megalodon) con una rara anormalidad, un surco en el medio, sugiere que la deformidad dental puede tener sus orígenes en una lesión en la mandíbula del tiburón gigante, quizás causada por una presa que se defendió. En una ilustración que muestra un posible encuentro (arriba), un pez perfora la mandíbula del depredador con su afilado pico, lo que puede haber preparado el escenario para que al megalodon le creciese un diente partido.