La eliminación de los parásitos disminuye la irritación y hace que nadar sea más eficiente
Un trío de biólogos marinos de la Universidad de Australia Occidental descubrió que algunos tiburones ballena (Rhincodon typus) reducen la velocidad de su natación para permitir que los investigadores raspen colecciones de copépodos de áreas sensibles.
En su estudio, Brendon Osorio, Grzegorz Skrzypek y Mark Meekan observaron que en los últimos años, los tiburones ballena se han vuelto más cooperativos a medida que los investigadores intentan recolectar muestras de parásitos.
Los científicos marinos han estado recolectando muestras de piel y/o parásitos de tiburones ballena durante muchos años. Los tiburones representan el pez vivo más grande conocido y el vertebrado no mamífero vivo más grande.
Son tiburones, no ballenas, y obtuvieron su nombre debido a su gran tamaño: el tamaño más grande confirmado es de 18,8 metros de largo. Los tiburones se alimentan por filtración y, por lo tanto, presentan poco riesgo de morder.
Sin embargo, su gran tamaño presenta un riesgo de lesiones para otras criaturas que se acerquen demasiado. Los científicos los estudian para aprender más sobre ellos y el entorno en el que viven: el mar abierto.
Los investigadores han estado estudiando a los tiburones durante casi una década, recolectando muestras de piel y tejido para aprender más sobre lo que podrían estar comiendo los tiburones y qué tan profundo se sumergen. En años más recientes, descubrieron que podían obtener aproximadamente los mismos datos recolectando copépodos (un tipo de pequeño crustáceo parásito) que se adhieren a la piel de los tiburones.
Imagen: Un buzo recolecta copépodos de la boca de un tiburón ballena
También notaron que las rémoras, que se adhieren a los tiburones, lo hacen como un medio para comerse los copépodos, pero solo tienden a limpiar los copépodos en partes planas y de fácil acceso de la piel. Los copépodos que se aferran a las áreas alrededor de la boca y las aletas se dejan intactos. Por esa razón, los investigadores comenzaron a apuntar a esas áreas usando un pequeño cuchillo de plástico para quitar y embolsar los parásitos.
Con el paso del tiempo, los investigadores recolectaron muestras del mismo tiburón más de una vez, y los tiburones parecían recordar los encuentros con cariño: comenzaron a disminuir su velocidad de nado cuando los investigadores se acercaron y, en algunos casos, dejaron de nadar por completo, lo que facilitó la tarea a los investigadores para hacer su trabajo. Sugieren que la eliminación de los parásitos disminuye la irritación y hace que nadar sea más eficiente.
El estudio se ha publicado en la revista Fishes: Parasitic Copepods as Biochemical Tracers of Foraging Patterns and Dietary Shifts in Whale Sharks (Rhincodon typus Smith, 1828)