Un grupo de tiburones sarda juveniles quedaron varados en el estanque, donde prosperaron durante décadas
Durante casi 20 años, un grupo de tiburones sarda vivió en un estanque artificial en un campo de golf australiano después de haber quedado varados por el retroceso de las aguas. Luego, desaparecieron.
Un nuevo artículo científico de Peter Gausmann del Grupo de Trabajo de Biogeografía y Ecología del Paisaje, Departamento de Geografía, Facultad de Geociencias, Universidad del Ruhr en Bochum, narra la historia de esta población única.
Los tiburones sarda o lamia (Carcharhinus leucas [*]) son inusuales porque pueden vivir en ambientes de agua dulce y se encuentran en ríos de todo el mundo. Es uno de los pocos tiburones que remonta los estuarios para alcanzar aguas dulces. Han quedado ocasionalmente atrapados en ambientes de agua dulce durante largos períodos y aparentemente han prosperado.
Los tiburones del campo de golf probablemente fueron arrastrados tierra adentro durante los períodos de inundaciones. El Carbrook Golf Club, al sureste de Brisbane, está directamente adyacente a los ríos Logan y Albert. Las tormentas de verano ocasionalmente provocan lluvias que traspasan las orillas de estos ríos, inundando la llanura aluvial circundante. Dado que el campo está a menos de 10 kilómetros (6,2 millas) tierra adentro de la costa, se encuentra dentro de la zona de agua dulce habitada por tiburones sarda.
Los tiburones terminaron en el estanque, que era el remanente de una operación minera de arena, en algún momento entre 1991 y 1996. Durante ese período, tres inundaciones rompieron las orillas de los ríos y barrieron tierra adentro, llevándose consigo a los tiburones. Cuando las aguas retrocedieron, los tiburones quedaron varados.
Se detectaron por primera vez en 1996, y si bien el estanque, que mide alrededor de 700 metros (2.300 pies) de largo y 380 m (1.250 pies) de ancho, es relativamente pequeño y poco profundo, nunca se establecieron recuentos formales de su población. Los tiburones, sin embargo, eran visibles con frecuencia y a menudo se acercaban a la orilla. Su presencia fue bien recibida por la dirección del campo de golf y la especie se convirtió en mascota del establecimiento.
Los tiburones probablemente eran juveniles cuando quedaron varados, pero eventualmente crecieron hasta 9,8 pies (3 metros) de largo, según informes de observación. No se examinaron sus hábitos alimentarios, pero es probable que especies que también fueron introducidas en el estanque durante las inundaciones — como el salmonete de cabeza plana (Mugil cephalus), el sábalo del Indo-Pacífico (Megalops cyprinoides), el pargo rojo de manglar (Lutjanus argentimaculatus) y el besugo de aleta amarilla (Acanthopagrus australis) — proporcionaron un amplio sustento.
"Si los tiburones pueden obtener el alimento que necesitan, estar en estos ambientes de baja salinidad puede ser muy beneficioso porque hay menos depredadores", dijo Michael Heithaus, biólogo de tiburones de la Universidad Internacional de Florida que no participó en el estudio. "En algunos viveros, los juveniles pueden pasar años en agua prácticamente dulce, por lo que no es sorprendente que sobrevivieran, siempre y cuando hubiera suficiente comida".
Imagen: vistas aéreas del Carbrook Golf Club durante varios momentos de las inundaciones
Los tiburones fueron vistos por última vez en 2015. Otra inundación en 2013 pudo haber permitido que algunos de los tiburones escaparan de regreso a los ríos adyacentes, aunque los autores del artículo creen que otros simplemente pudieron haber muerto y hundirse. El personal del campo de golf recuperó un cadáver mientras los tiburones todavía estaban activos en el estanque.
Si bien el estanque ahora parece estar libre de tiburones, este extraño episodio ilustra la adaptabilidad de estos primitivos depredadores y su tolerancia a los ambientes de agua dulce. El equipo dijo que el caso de los tiburones del campo de golf es el ejemplo más antiguo conocido de tiburones sarda que habitan continuamente en un ambiente de baja salinidad.
[*] Conocido en países de habla inglesa como bull shark, no debe ser confundido por esta razón con Carcharias taurus (conocido en español como tiburón tigre de arena, también jaquetón tigre o pez damisela y con quien no comparte siquiera orden taxonómico). Aplicar en este caso una traducción literal de su nombre común entre estos idiomas es un error frecuente que confunde especies muy distintas. Hay que evitar la ambigüedad entre estas especies que ni siquiera son filogenéticamente cercanas (el último antepasado común de estas dos especies existió hasta hace 140 millones de años).
La investigación fue publicado el 18 de agosto en la revista Marine and Fishery Sciences: Whoʼs the biggest fish in the pond? The story of bull sharks (Carcharhinus leucas) in an Australian golf course lake, with deliberations on this speciesʼ longevity in low salinity habitats