El tiburón alfombra barbudo succiona a sus víctimas con su gigantesca boca
Estos tiburones alfombra (Eucrossorrhinus dasypogon), que crecen hasta 1,2 metros (4 pies) de largo, pueden prácticamente desaparecer en el fondo del océano gracias a sus cuerpos anchos y planos y su coloración oscura y con manchas, que les ayuda a mezclarse con el arrecife.
También tienen lóbulos de carne parecidos a corales que forman una franja similar a una barba alrededor de la cabeza y la barbilla, que rompe el contorno del tiburón para agregar una capa adicional a su camuflaje.
El nombre de la especie dasypogon proviene de la palabra griega dasys, que significa "peludo" y pogon, que se traduce como "barba".
Su capacidad para mezclarse con su entorno los convierte en peligrosos depredadores. Durante el día, los alfombra barbudos (tasselled wobbegong en inglés) descansan bajo los arrecifes o en cuevas. Utilizan un pequeño órgano sensorial parecido a un bigote llamado barbo, ubicado en las fosas nasales, para sentir su entorno y tender una emboscada a las presas que se acercan demasiado. Estos tiburones también agitan la cola para imitar el movimiento de un pequeño pez, que puede atraer a desprevenidas víctimas.
Pero por la noche, los tiburones alfombra barbudos realmente cobran vida, posándose en el arrecife y atacando a las presas que pasan. Cuando ven un objetivo, se lanzan hacia arriba y succionan al animal con su gigantesca boca, antes de atacarlo con poderosas mandíbulas y afilados dientes como agujas.
Estos peces también pueden dislocarse la mandíbula para comer presas más grandes, incluidos otros tiburones. En 2011, mientras realizaban un estudio de peces en la Gran Barrera de Coral en Australia, los biólogos marinos vieron un tiburón alfombra barbudo comiéndose un tiburón bambú de bandas marrones (Chiloscyllium punctatum) que tenía el 80% de su tamaño.
Los tiburones alfombra representan una amenaza muy pequeña para los humanos, pero se ha informado que ocasionalmente muerden a los buceadores que se acercan demasiado. Desde 1580 el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones del Museo de Florida registra 31 ataques no provocados de tiburones alfombra (de varias especies), pero ninguno fue fatal.
El camuflaje del tiburón alfombra barbudo también ayuda a protegerlos de los depredadores, ya que pueden ser devorados por otros animales marinos, incluidos tiburones más grandes.