Los grandes tiburones blancos dependen en gran medida de sus ojos para localizar a sus presas
Los surfistas podrían estar protegidos de futuros ataques de tiburones tras nuevos descubrimientos sobre cómo engañar a los sistemas visuales de los tiburones realizados por el profesor Nathan Hart, director del Laboratorio de Neurobiología de la Universidad Macquarie, la Dra. Laura Ryan y sus colegas.
Hart, Ryan y sus coautores afirman que su trabajo "puede sentar las bases de una nueva tecnología no invasiva para disuadir a los tiburones y proteger la vida humana".
Estos investigadores descubrieron previamente que los grandes tiburones blancos (Carcharodon carcharias) dependen en gran medida de sus ojos para localizar a sus presas y se lanzan hacia arriba para tomar un potencial alimento, como una foca, con sus mandíbulas.
En estudios relacionados, los investigadores han descubierto que los grandes tiburones blancos probablemente sean completamente daltónicos y tengan poca agudeza visual, compensada por su gran capacidad para detectar una silueta. Pero la mala visión del tiburón significa que no pueden distinguir la silueta de una tabla de surf o de un humano en el agua de una foca, lo que lleva a los grandes blancos a representar un peligro para las personas.
Los investigadores se inspiraron en los juveniles del pez guardiamarina de aleta simple (género Porichthys), que tienen fotóforos en su parte inferior que producen luz y alteran la forma de su silueta.
Probaron un método para disfrazar siluetas en la superficie del agua usando luces para que el tiburón no las viera como alimento.
Para probar esta estrategia de contrailuminación, la Dra. Ryan realizó múltiples viajes durante seis años al famoso punto de encuentro del tiburón blanco, Mossel Bay, en Sudáfrica.
Imagen: Los investigadores probaron su idea utilizando señuelos para focas en las aguas sudafricanas de Mossel Bay basándose en lo que saben sobre cómo ven los tiburones.
Los investigadores remolcaron señuelos de espuma de 1,2 m de largo con forma de foca en una cuerda de 20 m detrás de un barco para atraer a los tiburones y que estos los atacaran. Luego utilizaron luces LED, en diferentes configuraciones, para romper la silueta de los señuelos. Descubrieron que las luces colocadas en franjas a lo largo del cuerpo de las focas señuelo, perpendiculares a su movimiento, eran un eficaz elemento disuasorio.
"Es como una capa de invisibilidad, pero con la excepción de que dividimos el objeto, la silueta visual, en trozos más pequeños", dice el profesor Hart. "Es una interacción compleja con el comportamiento del tiburón. Las luces tienen que tener un patrón determinado, un brillo determinado".
El nuevo artículo, titulado "Counterillumination reduces bites by Great White Sharks", se ha publicado en la revista Current Biology.