La sobreabundancia de cualquier especie puede alterar el equilibrio del ecosistema
El regreso de depredadores ápice, como los tiburones, puede restablecer el equilibrio ecológico crítico de los arrecifes de coral, creando ecosistemas más saludables.
Una nueva investigación descubrió que un aumento en la población de tiburones en Ashmore Reef, frente a la costa noroeste de Australia Occidental, coincidió con un aumento de otros grandes y medianos peces de arrecife depredadores y una disminución de especies más pequeñas.
Es una colaboración entre la Universidad de Glasgow, el Instituto de Océanos de la Universidad de Australia Occidental y el Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS).
Los investigadores analizaron vídeos de sistemas remotos de vídeo submarino con cebo recopilados antes de la implementación de la prohibición de pesca en el área en 2004, cuando había pocos tiburones, y en 2016, después que las poblaciones de tiburones se habían recuperado. Los hallazgos indicaron que los pequeños peces de arrecife mesopredadores exhibieron comportamientos anti-depredadores (incluida una menor búsqueda de alimento) cuando estaban amenazados por depredadores más grandes.
Imagen: Un tiburón tigre, fácilmente reconocible por las rayas oscuras en sus costados, es atraído hacia la cámara por un brazo de acero con cebo en un sistema BRUV. Este BRUV fue implementado por investigadores del Instituto Australiano de Ciencias Marinas y el programa Global Finprint para monitorear el impacto de las medidas represivas contra la pesca ilegal en la población de tiburones del Arrecife Ashmore.
La sobreabundancia de cualquier especie puede alterar el equilibrio del ecosistema en un arrecife de coral. En particular, una población numerosa y descontrolada de pequeños peces mesodepredadores puede tener impactos a lo largo de la cadena alimentaria, ya que pueden consumir en exceso alevines o invertebrados, lo que provoca una escasez de dichas especies.
Los resultados muestran cómo deberían funcionar los arrecifes en un estado relativamente prístino y brindan información sobre el papel que desempeñan los grandes depredadores, como los tiburones, en el mantenimiento de estos ecosistemas, lo cual es información esencial para mejorar la resiliencia y la supervivencia de los arrecifes.
"Este estudio demuestra la importancia de conservar a los grandes depredadores como los tiburones. Su regreso no solo restaura las poblaciones, sino que también restaura interacciones ecológicas cruciales para la salud de los ecosistemas marinos", dijo el profesor Shaun Killen, profesor de Ecofisiología, Ecología y Cambio Ambiental en la Universidad de Glasgow
"Eliminar a los grandes depredadores y permitir la proliferación de los mesodepredadores puede desestabilizar el equilibrio ecológico, lo que genera cambios impredecibles en la abundancia e interacciones de las especies, que pueden afectar negativamente la salud general de los arrecifes".
Vídeo: Tiburones filmados con sistemas remotos de vídeo submarino con cebo en el Arrecife Ashmore.
De Mark Meekan, del Instituto de Océanos de la Universidad de Australia Occidental, dijo: "Las poblaciones de tiburones de arrecife en el arrecife Ashmore han aumentado significativamente desde que en 2008 se inició la aplicación efectiva de la condición de Área Marina Protegida sin pesca del arrecife".
"Esto nos ha permitido examinar cómo estos grandes depredadores tienen el potencial de estructurar las comunidades arrecifales mediante los efectos conductuales que ejercen sobre sus presas. En esta situación, las presas temerosas reaccionan a un mayor riesgo de depredación exhibiendo rasgos que reducen la exposición, como ser más cautelosas".
"Estas respuestas pueden alterar el comportamiento de las presas, haciéndolas pasar mucho más tiempo evitando a los depredadores, lo que limita el tiempo disponible para actividades importantes como la reproducción y la búsqueda de alimento. Cuando buscan alimento, pueden verse obligadas a habitar hábitats de baja calidad".
Zoe Storm, autora principal del estudio, quien realizó el trabajo en la Universidad de Glasgow, ahora en la Universidad James Cook, afirmó: "Nuestro trabajo contribuye a la creciente evidencia de que los depredadores pueden tener importantes efectos indirectos sobre otras especies en las cadenas alimentarias al desencadenar comportamientos en las presas que intentan reducir su riesgo de depredación".
El estudio se publica en el Journal of Animal Ecology: Recovery of reef shark populations invokes anti-predator behaviours in mesopredatory reef fishes on a coral reef