El pez de sangre fría utiliza sus descansos post-inmersión para recuperar el calor corporal
Los tiburones ballena que hacen largas inmersiones en las frías profundidades oceánicas para alimentarse tienden después a pasar mucho tiempo calentándose en la superficie, sugirió un nuevo estudio.Investigadores marcaron cuatro tiburones ballena con dispositivos que registran la profundidad del agua y la temperatura, entre otros factores, al menos una vez cada minuto. Normalmente estas inmensas criaturas, el pez más grande del mundo, viajaron directamente desde y hacia la superficie y pasaron muy poco tiempo en la parte más profunda durante sus inmersiones.
En aproximadamente uno de cada seis buceos, los animales que en promedio se sumergieron profundamente, a una profundidad de unos 340 metros y pasaron allí unos 145 minutos, presumiblemente alimentándose.
Los análisis de los datos de estas largas inmersiones revelan que cuando los tiburones descendían a las frías aguas en la máxima profundidad, aumentaba el tiempo que los tiburones ballena pasaban tomando el sol en la superficie inmediatamente después, publicó el equipo en el Journal of the Royal Society Interface.
Esto indica que el pez de sangre fría está utilizando sus descansos post-inmersión para recuperar el calor corporal perdido mientras nada en el frígido profundo.
La recuperación de calor corporal puede ayudar a las criaturas a digerir mejor las comidas recientes, señalan los investigadores, porque teniendo más calor, los tiburones ballena hacen más rápida y eficientemente sus procesos de actividades metabólicas.
Artículo científico: Evidence for behavioural thermoregulation by the world's largest fish
Un tiburón de 20 metros
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