Este tiburón puede volver los ojos hacia atrás
Desde poros electro-sensoriales a olfato de primera categoría, oímos mucho sobre el arsenal finamente sintonizado de los tiburones para el seguimiento de las presas. Pero una herramienta que con frecuencia se minimiza es el ojo. A pesar de su tamaño y aspecto, los ojos del tiburón no son tan diferentes de los nuestros. Observa de cerca este encuentro con un gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias) del cameraman Andy Dellios de White Shark Video y los verás negros como la tinta - a menudo denominados "sin vida" o "vacíos" - que siguen a la cámara cuando el tiburón ya la ha sobrepasado.
Durante el rodaje de la película "Great White Code Red - Gran Blanco Código Rojo" para Smithsonian Channel, el biólogo sensorial Dr. Craig O'Connell diseccionó el globo ocular de un gran blanco para darnos una mejor idea de cómo ven estos animales.
"Uno de los aspectos más incomprendidos de un gran tiburón blanco son sus ojos", explica. "De hecho, tienen bastante buena visión. La anatomía del ojo les permite ver la luz, el movimiento, el color, el contraste y el detalle".
Al igual que en los seres humanos, una lente esférica en el ojo también puede ser ajustada para enfocar cerca o lejos. Pero si los ojos del tiburón no son tan extraño como parece, ¿cómo pueden ver en la noche estos depredadores?
Aquí es donde la anatomía del tiburón blanco supera a la nuestra. En la parte posterior del ojo se encuentra una capa de células reflectantes, que ayuda a ver al tiburón en condiciones de poca luz. "Produce 'brillo ocular' parecido a lo que se ve en los grandes felinos", dice O'Connell.
Durante el día, estas células están cubiertas por pigmento, pero por la noche (o en condiciones oscuras) el pigmento se retrae, permitiendo que las células espejo reflejen la luz y mejoren la imagen.
Para mantener los sensibles órganos fuera de peligro, los tiburones han desarrollado "gafas de protección". La mayoría de especies dependen de la membrana nictitante (también llamada tercer ojo), una delgada capa de tejido que puede deslizarse sobre el ojo como el resorte de una tapa de un objetivo fotográfico.
Los grandes blancos, por otra parte, utilizan una táctica diferente: en realidad pueden volver los ojos hacia atrás, exponiendo una envoltura endurecida y fibrosa que rodea la lente. Esta llamada capa esclerótica es una adaptación muy valiosa - sobre todo cuando las focas de las que se alimenta pueden llegar a pesar 790 libras (360 kg), y cuentan para la defensa con afilados dientes y garras.
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