Sus mandíbulas protrusibles son las más rápidas de cualquier especie de tiburón
Casi todo sobre el tiburón duende (Mitsukurina owstoni) refleja la dureza de los oscuros fondos submarinos que llama hogar. Con una energía tan difícil de encontrar en las profundidades del mar, el ahorro de la misma le han acarreado reducciones en el apartado de belleza.
Los músculos de la criatura son flácidos, su esqueleto es blando y su piel no es más que una funda delgada, transparente, baja en colágeno y pigmento. Pero ninguna característica contribuye más a la apariencia macabra del tiburón duende que su par de mandíbulas extensibles (protráctiles o protrusibles dicen algunos).
Cómo utilizan estos animales en la naturaleza una cara tan flexible ha sido un misterio que ha intrigado a los científicos durante años. Los tiburones duende pueden alcanzar unos 10,5 pies (3,2 metros) de longitud - hay tiburones mucho mayores, pero sus medidas son impresionantes para un animal construido para el letargo en un entorno donde el alimento es escaso. Es evidente que estos depredadores comen lo suficiente para mantener un cuerpo respetable.
La suposición ha sido que estos extraños peces compensan la falta de capacidad para nadar con un alcance excepcionalmente lejano: si no puedo mantener la velocidad de mi presa, ¿por qué no envolverla antes de que se escape? Pero esas sospechas no fueron confirmadas hasta 2008, cuando buzos de la compañía de difusión japonesa NHK lograron filmar por primera vez un tiburón duende vivo en su hábitat natural.
Para entender lo especiales que son estos minutos de imágenes, piensa en esto: se han encontrado menos de 50 tiburones duende en los 118 años desde que fue descubierto el primero de ellos frente a la costa japonesa. Los animales viven entre 130 y 4.265 pies (40 - 1.300 metros ) bajo de la superficie, por lo que la mayor parte de lo que sabemos en la actualidad acerca de la especie proviene de especímenes muertos que han sido transportados como captura incidental.
El equipo de buceo japonés no sólo filmó la depredación que ves arriba - también logró filmar cuatro ataques más de tiburón duende a lo largo de los siguientes dos años.
Como era de esperar, los clips se hicieron rápidamente populares en programas como "Alien Sharks" de Discovery Channel, pero también llamaron la atención del Dr. Kazuhiro Nakaya, un ictiólogo de la Universidad de Hokkaido.
Nakaya y sus colegas querían averiguar más acerca de cómo el tiburón duende realiza sus movimiento de ataque, por lo que hicieron un análisis de las imágenes fotograma a fotograma. Lo que encontraron es que el ataque ocurre en cuatro fases principales:
Vamos a suponer por un momento que eres un hambriento tiburón duende.
1. Fase de reposo
Esta parte es simple. Nadar despacio con la boca ligeramente abierta. Tienes la maquinaria preparada. Todo lo que necesitas es que nade a tu alcance un bocado desprevenido.
A diferencia de la mayoría de los tiburones de aguas profundas, los duendes tienen un par de pequeños ojos con diafragmas totalmente funcionales que se contraen y dilatan. Ellos no ayudan mucho, pero detectan los tenues cambios en la luz mientras el tiburón está al acecho. Los tiburones duende tienen también la agudeza de Danny Devito haciendo de pingüino, y su apéndice nasal está repleto de poros electrosensoriales.
En otras palabras, eres una impresionante máquina de detección. Sigue por tu mal camino. Ahora estás listo para el paso dos.
2. Fase Expansiva
Hora de ensanchar la boca. Pero ensancharla exageradamente.
La boca de un humano se abre en promedio unos 50 grados, mientras que el tiburón duende puede gestionar 111 grados sin muchos problemas. Si un humano abriese de esa manera las mandíbulas, podría descansar su barbilla en el pecho mientras que todavía está mirando al frente.
El extremo movimiento del esqueleto significa que lo globos oculares del tiburón duende son empujados un poco durante cada intento de depredación. Pero tu eres el terror. Eres el profundo. Deja de quejarte.
3. Fase de compresión
¡Fuego en el agujero! Demuestra a esa comida de lo que estás hecho.
Con la presa a su alcance, las mandíbulas del tiburón duende sobresalen, moviéndose a la friolera de 3,1 metros por segundo. Estas son, de lejos, las mandíbulas extensibles más rápidas de cualquier tiburón (de hecho, es más rápido que la mayoría de los ataques de la cobra!). Vamos a echar un vistazo en tiempo real:
En la máxima extensión, las mandíbulas representan tanto como un 9.4 por ciento de toda la longitud del cuerpo del tiburón. Para entender cómo es esto de impresionante, vas a volverte humano por un momento y estira tus labios lo más lejos que puedas. Ahora imagina que los del duende se alargan de siete a diez pulgadas (de 18 a 25 cm) más lejos de lo que están en descanso.
4. Fase de recuperación
Aquí es donde entramos en lo desconocido. Una vez que hayas hecho tu matanza, vuelva a abrir y cerrar tus mandíbulas. ¿Por qué? Eso sigue siendo un secreto del tiburón duende.
Esta acción secundaria nunca se ha observado antes en una especie de tiburón, pero otros animales asociados con aberturas extremas (como las serpientes) han sido conocidos por "reiniciarse" de esta manera después de un gran estiramiento.
También es posible que el segundo bocado asegure presas resbaladizas como el calamar y el pescado permanece bloqueado. Los dientes del tiburón duende son altamente recurvados (apuntando hacia la parte posterior de la boca), por lo que cuando la presa es empujada hacia adelante queda empalada. Esto es similar a la forma del esófago con púas de la tortuga laúd que evita que las medusas hagan una escapada de última hora.
Todavía hay mucho por descubrir sobre la vida y la ecología de estos extraños animales, y permanecen muchas preguntas sin respuesta que investigadores como Nakaya esperemos puedan contestar en el futuro. Todavía no se sabe dónde se reproducen estos peces, cuánto tiempo viven, o simplemente cuántos de ellos están al acecho en las profundidades. Pero cada raro avistamiento de un duende - y cada espécimen recogido de las profundidades - nos ayudan a colocar una nueva pieza del rompecabezas.
Diario científico de referencia: Slingshot feeding of the goblin shark Mitsukurina owstoni (Pisces: Lamniformes: Mitsukurinidae)