Una nueva investigación confirma que las manchas de las rayas águila son únicas
La raya águila jaspeada, con su grácil natación y sorprendente espalda moteada, se encuentra entre los peces más fotogénicos del Caribe. La raya águila es de un negro como la tinta salpicada de vibrantes manchas blancas. Y, como muestra una reciente investigación, estas espectaculares manchas además de bellas, son únicas.
En el estudio, científicos dirigidos por María del Socorro González-Ramos, candidata doctoral en el Instituto Politécnico Nacional de México, analizaron las imágenes de 192 individuos de raya águila jaspeada (Aetobatus narinari) en la Laguna de Chacahua en Oaxaca, México, que puede ser una zona de cría de esta especie.
Para realizar un seguimiento de las identidades de las rayas, los investigadores fijaron una etiqueta única para cada pez. Entonces González-Ramos y sus colegas utilizaron un software de identificación fotográfica para calcular de forma fiable si se podrían utilizar las manchas de una raya para identificarla. Descubrieron que podían identificar con precisión a una raya con una foto de sus manchas un 88,2 por ciento de las veces.
Como una técnica científica, la identificación fotográfica es quizás mejor conocida por sus aplicaciones en el estudio de las aletas de la cola de ballenas jorobadas. Pero otros animales tienen rasgos de identificación, incluyendo: los bigotes de los osos polares, las aletas dorsales de los grandes tiburones blancos y las manchas de los tiburones ballena.
Simon Pierce, un biólogo marino de la Fundación Marina Megafauna que no participó en este estudio, dice que si bien este estudio se llevó a cabo con cuidado y correctamente, la identificación con fotografías es una técnica voluble. Por ejemplo, es importante para asegurarse que los individuos tienen de hecho marcas únicas, y que esas marcas son estables en el tiempo.
Si la técnica se utiliza de forma incorrecta, puede creerse que un individuo que aparece varias veces es varios animales individuales. "Eso podría inflar las estimaciones del tamaño de la población y aparentar que los individuos son más transitorios de lo que son en realidad, y eso es una mala noticia para la gestión y la conservación", dice Pierce. "Se podría pensar que hay más animales que quedan de los que realmente están, o que son menos propensos a ser afectados por las actividades humanas locales de lo que realmente es el caso".
Cuando se hace bien, una identificación fotográfica permite a los investigadores recoger grandes cantidades de datos de los turistas que actúan como ciudadanos científicos. Un proyecto de identificación de los puntos singulares de los tiburones ballena ha dado lugar a decenas de miles de fotografías que presentaron los turistas mostrando a más de 8.000 tiburones únicos.
"Cualquier persona con una cámara, científico o no científico, puede ayudar con el seguimiento de la población de estas especies", dice Pierce.
Ahora que ha sido validada la identificación fotográfica para las rayas águila, González-Ramos y su equipo son optimistas de que pueden usarla para obtener más datos sobre las poblaciones de estos bellos animales, que en Méjico son capturadas a menudo como pesca incidental.
"La población de raya águila en la Laguna de Chacahua todavía tiene muchas cosas que enseñarnos acerca de la biología, la reproducción y la demografía de la especie", dice González-Ramos. A pesar de los resultados prometedores hasta ahora, hay muchas cosas que siguen siendo desconocidas".
Artículo científico: Validation of photo-identification as a mark–recapture method in the spotted eagle ray Aetobatus narinari