Fósil de 280 millones de años revela el origen del tiburón fantasma (quimeras)

reconstrucción del Dwykaselachus oosthuizeni

Para ver cómo evolucionaron, los científicos reconstruyeron prácticamente un antiguo cerebro de tiburón

Un cráneo de tiburón fosilizados que tien más de 280 millones de años de edad podría ser un eslabón perdido entre los tiburones y sus extraños parientes de las profundidades marinas conocidos como tiburones fantasma o quimeras (género Chimaeridae). Eso no es todo: al reconstruir prácticamente el cerebro del antiguo tiburón, los investigadores descubrieron que los tiburones fantasma modernos están más distantes de los tiburones de hoy de lo que pensábamos.

El cráneo pertenecía a un tipo extinto de tiburón llamado simmoriiforme que vagaba por los océanos hace unos 330 millones de años. Un grupo de investigadores liderados por el biólogo evolutivo Michael Coates de la Universidad de Chicago descubrió que el cráneo contiene una extraña mezcla de rasgos de tiburones fantasma y tiburones primitivos.

Sus hallazgos, publicados ayer en la revista Nature, sugieren que el grupo de peces que dio origen a los tiburones fantasmas se ramificó del grupo que evolucionó en tiburones hace más de 359 millones de años, cuando una extinción masiva mató al 75 por ciento de la vida en la tierra. Eso es mucho más temprano que las estimaciones anteriores de 334 millones de años.

Una gran extinción de vertebrados al final del período Devónico, hace unos 360 millones de años, dio lugar a una explosión de peces cartilaginosos. En lugar de que se convirtiesen en tiburones modernos, dijo Coates, las revelaciones de este estudio indican que "gran parte de esta nueva biodiversidad fueron, en cambio, las primeras quimeras".

"Ahora podemos decir que la primera radiación de los peces cartilaginosos después de la extinción del final del Devónico fueron las quimeras en abundancia". Dijo Coates. "Es lo inverso de lo que tenemos hoy, donde los tiburones son mucho más comunes".

Los tiburones fantasmas se volvieron virales a finales de diciembre después el Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey publicó un vídeo de esa evasiva especie y rebelaban que normalmente nada alrededor de Australia y Nueva Zelanda. Los investigadores le filmaron en cámara fotográfica con un drone subacuático en la costa de California, a más de dos millas debajo de la superficie del océano. Según dicen erroneamente casi todos los medios fue la primera vez que esta especie en particular fue capturada en vídeo, y la primera vez que se ha visto en el hemisferio norte, pero ya había una anterior filmación de una quimera en la Fosa de las Marianas de abril del año pasado.

Los tiburones fantasma de hoy probablemente se parecen mucho a los tiburones fantasmas de hace 340 millones de años, dijo Coates en un vídeo. Están estrechamente relacionados con la familia de peces que incluyen tiburones, patines y rayas. Pero tienen cráneos inusuales con enormes globos oculares, y en su piel hay un remiendo de surcos lleno de las células sensoriales. En lugar de dientes, los tiburones fantasmas mastican su comida con placas de dientes endurecidos, como un ornitorrinco.

El descubrimiento vino de la convergencia de la tecnología moderna y viejos huesos. Un extraño cráneo primitivo de simmoriiforme había estado en el Museo de Sudáfrica desde la década de 1980, y su rareza había intrigado a Coates durante años. Su colega tomó una tomografía computarizada del fósil - usando la misma tecnología que permite a los médicos comprobar en los pacientes vivos las conmociones cerebrales - para ver dentro del antiguo cráneo.

Las tomografías computarizadas mostraron que el cráneo del Dwykaselachus estaba sorprendentemente intacto, uno de muy pocos que no habían sido aplastados durante la fosilización. Los escáneres también proporcionaron una visión sin precedentes del interior de la caja craneana.

cráneo del Dwykaselachus oosthuizeni

De las tomografías computarizadas también fueron capaces de reconstruir virtualmente la forma del cerebro del tiburón. Descubrieron que, aunque el exterior del cráneo parecía el de un tiburón primitivo, se elevaba una parte central del tronco encefálico, como un tiburón fantasma. Y los orificios de los ojos eran enormes - una adaptación que ayuda a los tiburones fantasma de hoy a ver en la tenue luz del océano profundo.

Por lo tanto, el antiguo cerebro del simmoriiforme se parecía mucho a un cerebro de tiburón fantasma. Eso significa que los simmoriiformes y los tiburones fantasmas probablemente comparten un antepasado común que se ramificó de los antepasados de los tiburones y rayas de hoy antes de lo que pensábamos. El hecho de que los tiburones simmoriiformes y fantasmas tienen enormes ojos es una pista de que su antepasado común comenzó el proceso de adaptación a la vida en aguas más profundas, donde se han mantenido desde entonces los tiburones fantasmas.

Artículo científico: A symmoriiform chondrichthyan braincase and the origin of chimaeroid fishes

Etiquetas: CráneoFósilQuimeraTiburónEvolución

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