
Las imágenes fueron tomadas en una pequeña ciudad iraní a unos 280 kilómetros de la costa más cercana
Anteriormente han caído del cielo una gran cantidad de trozos de naves espaciales, basura congelada de aviones e incluso criaturas vivas. Aunque se utiliza con frecuencia la frase "llueve a cántaros", hay muy pocas posibilidades de que un gato, un perro o un pez de cualquier tipo caiga del cielo y te golpee. Pocas, pero eso no significa que no pueda ocurrir.