
Parecidos a graznidos, se escucharon en la costa de Nueva Zelanda
Los misteriosos y repetitivos sonidos de las profundidades del océano pueden resultar aterradores para algunos, pero en la década de 1980 presentaron una visión única de un paisaje sonoro submarino.
En julio de 1982, investigadores de Nueva Zelanda registraron sonidos no identificables como parte de un experimento para caracterizar el paisaje sonoro de la cuenca del sur de Fiji. El sonido consistía en cuatro breves ráfagas que se parecían a un graznido, lo que inspiró el nombre del sonido "Bio-Duck".