La comunidad surfista ha establecido decenas de reservas de olas en todo el mundo
Los científicos de la Universidad de Portsmouth creen que una estrategia utilizada para proteger los populares lugares para surfear ahora podría adoptarse más ampliamente para ayudar a preservar los entornos costeros en peligro.
Un nuevo artículo de investigación dice que las "reservas de olas", inicialmente destinadas a proteger lugares de surf preciados, también son una forma de garantizar la conservación de áreas costeras ecológicamente valiosas.
El concepto de reservas de olas ha ganado popularidad en las últimas décadas. La primera reserva de olas fue establecida en Bells Beach, Australia en 1973 por surfistas deseosos de defender sus preciadas olas de la dañina actividad humana. Pero es especialmente desde principios de la década de 2000 que la comunidad surfista ha establecido decenas de reservas de olas en todo el mundo.
Las olas pueden verse afectadas por una serie de factores, como el dragado del lecho marino, la construcción de diques, los cambios en el régimen de sedimentos y la acidificación de los océanos. La estrategia ha tenido tanto éxito que en algunos lugares se están planificando ahora varias reservas de grandes olas, con el apoyo de ONG internacionales como Save The Waves.
La investigación de la Universidad de Portsmouth encuentra que este enfoque podría ayudar a los países de bajos y medianos ingresos a alcanzar los objetivos de sostenibilidad global. Las olas no solo son importantes para los surfistas, también son una parte vital del ecosistema marino.
Las olas juegan un papel activo en el intercambio de gases entre el océano y la atmósfera y en el movimiento de los sedimentos. También proporcionan un entorno de vida favorable para muchas especies acuáticas.
Durante los últimos 20 años la creación de reservas de olas como medida para preservar las actividades deportivas y recreativas se ha alineado con iniciativas para conservar el medio ambiente costero. Lo que está surgiendo es una situación en la que todos ganan.
Los académicos creen que el deseo de las corporaciones de invertir dinero en proyectos de surf también podría ser una útil fuente de financiación que beneficie al medio ambiente costero. El creciente mercado del surf y su adopción como deporte olímpico podría ayudar a generar importantes ingresos para la conservación.
Gregoire Touron-Gardic, del Centro para la Gobernanza Azul de la Universidad de Portsmouth, dice: "Lo que es nuevo y emocionante, además de ver reservas cada vez más grandes y con estatus de protección legal, es que el sector privado está ahora interesado en proyectos de reservas de olas. Ahora vemos marcas de deportes, cosméticos y bebidas que financian programas internacionales de conservación de los océanos. Las marcas desean asociarse con proyectos ecológicos y sociales responsables, mientras se benefician de la imagen del surf".
Touron-Gardic predice que las reservas de olas se convertirán en una popular herramienta de conservación costera en países reconocidos como destinos de surf, como Maldivas, Indonesia, Costa Rica, Fiji y Chile. Las reservas permiten combinar la preservación del medio ambiente costero, la prosperidad económica local y el bienestar humano.
El profesor Pierre Failler, director del Centro para la Gobernanza Azul de la Universidad de Portsmouth dice: "Es enorme el impacto potencial de las reservas de olas en el futuro de la gestión sostenible de los océanos. Las reservas de olas pueden convertirse en la base de un enfoque medioambiental del turismo deportivo. Cuando sean lo suficientemente grandes, las reservas de olas permitirán a los países de ingresos bajos y medianos aumentar sus sistemas de conservación basados en áreas relativamente débiles a un costo menor y, por lo tanto, avanzar en el logro de sus compromisos internacionales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU".
El profesor Failler, que también ocupa la Cátedra UNESCO de Gobernanza de los Océanos, dice: "Son iniciativas alcanzables y accesibles como estas las que ayudarán a mejorar la gobernanza de los océanos del mundo. Hay muchos desafíos que superar durante la Década de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y la colaboración es clave para salvaguardar el futuro de nuestros océanos".
La investigación ha sido publicada esta semana en Trends in Ecology & Evolution: A bright future for wave reserves?