La mayor formación de arcilla marina contribuyó a las altas temperaturas sostenidas
Un estudio dirigido por un estudiante de doctorado de la Universidad de Waikato ha arrojado luz sobre la causa de la tardía recuperación climática tras el evento de extinción más severo de la Tierra hace 251 millones de años, un descubrimiento que contribuirá a nuestra comprensión del sistema climático global.
Publicada por la investigadora principal Sofia Rauzi, esta investigación revela el papel que tuvo la formación de arcilla marina en retardar el retorno de la Tierra a las temperaturas base después de la extinción masiva de finales del Pérmico.
En general, se considera que el sistema climático de la Tierra se recupera en el orden de 100.000 años después de un evento significativo de inyección de carbono como la erupción volcánica que desencadenó la extinción masiva del final del Pérmico.
"La recuperación climática tras el final del Pérmico tardó más de cinco millones de años, por lo que nos propusimos investigar por qué las temperaturas se mantuvieron cálidas durante tanto tiempo", afirma Rauzi.
El análisis de la composición química de rocas de Nueva Zelanda, Japón y Noruega indica que la mayor formación de arcilla marina, también conocida como meteorización inversa, contribuyó a las altas temperaturas sostenidas.
La meteorización inversa, que libera CO2, implica la formación de arcillas en el océano y atrapa carbono en el océano y la atmósfera. Estos hallazgos sugieren que la meteorización inversa ha desempeñado un papel integral en la regulación del clima de la Tierra.
"Este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre el ciclo carbono-sílice de la Tierra y la dinámica climática durante el Triásico Temprano. Ahora tenemos evidencia de que la meteorización inversa fue crucial para mantener altos niveles de CO2 y temperaturas, lo que tiene implicaciones para comprender los actuales procesos climáticos".
El supervisor de la Sra. Rauzi, el Dr. Terry Isson, profesor titular de la Universidad de Waikato, dice que es esencial que entendamos cómo funciona el termostato natural de la Tierra.
Imagen: Sofia Rauzi (izquierda) y Terry Isson (derecha) realizando trabajo de campo en Svalbard. Foto cortesía de B. Beaty.
"La formación de arcilla marina probablemente desempeña un papel fundamental en la regulación del clima y, sin embargo, hay mucho que no entendemos sobre este proceso, un foco clave de nuestra investigación", afirma el Dr. Isson.
La Sra. Rauzi trabaja en el campus Tauranga de la Universidad de Waikato y se mudó a Nueva Zelanda desde Estados Unidos en 2022 para realizar su doctorado después de sentirse inspirada por la línea de investigación del Dr. Isson.
"Me interesa comprender cómo ha evolucionado nuestro planeta a lo largo del tiempo. Poder descifrar cómo era el planeta hace millones o miles de millones de años es algo mágico", afirma.
La investigación se ha publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences: Lithium isotopic evidence for enhanced reverse weathering during the Early Triassic warm period