El futuro de los océanos depende de cómo tratemos a las personas que viven y trabajan junto al mar
Un nuevo estudio ha puesto de relieve un problema crítico dentro de la Economía Azul en rápido desarrollo: la necesidad de “Justicia Azul”, un nuevo concepto que se originó a partir de este estudio.
A medida que los países y las industrias recurren cada vez más a los océanos para el crecimiento económico, este estudio advierte del riesgo de que las actuales políticas puedan profundizar las desigualdades sociales y explotar a las comunidades vulnerables a menos que se prioricen la justicia y los derechos laborales.
El concepto de Economía Azul, definido por el Banco Mundial como el "uso sostenible de los recursos oceánicos para el crecimiento económico, la mejora de los medios de vida y el empleo, preservando al mismo tiempo la salud de los ecosistemas oceánicos", ha ganado atención mundial.
La Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (UNECA) amplía esta definición para incluir los entornos de agua dulce. Sin embargo, a pesar de las nobles intenciones detrás de estas iniciativas, existe una creciente preocupación de que puedan perpetuar inadvertidamente patrones de explotación existentes.
Un estudio de la Universidad de Portsmouth, en colaboración con el Centro para la Gobernanza Azul y el Centro para la Justicia y los Derechos Globales, advierte que si la justicia no se coloca al frente de las políticas de la Economía Azul, existe el riesgo de replicar los errores cometidos en otros esfuerzos de sostenibilidad, como la Economía Verde.
Se destaca la importancia de la "Justicia Azul", un concepto que insiste en un trato justo para todos, garantizando que los beneficios de las actividades de la Economía Azul se compartan equitativamente y que los grupos marginados, incluidas las mujeres, los pueblos indígenas y los trabajadores migrantes, estén protegidos de la explotación. La "justicia azul" es económica, social, política y legal, es un enfoque holístico único en los SDG y la Economía Azul de la ONU.
A través de un examen crítico, esta nueva investigación revela que las referencias explícitas a las condiciones laborales de la economía azul, las incidencias de explotación laboral, la moderna esclavitud y las medidas de protección propuestas para las poblaciones vulnerables están en gran medida ausentes de las estrategias actuales.
"Si bien la economía azul encierra un inmenso potencial de crecimiento sostenible, debemos asegurarnos de que no se produzca a costa de la justicia social", afirma el profesor Pierre Failler, director del Centro de Gobernanza Azul de la Universidad de Portsmouth y titular de la Cátedra UNESCO de Gobernanza de los Océanos.
"Nuestras investigaciones muestran que la sostenibilidad económica y ambiental sólo se logrará si abordamos las dimensiones sociales, en particular los derechos y el bienestar de quienes dependen de los océanos para su sustento".
"A medida que avanzamos en la economía azul, es fundamental priorizar la justicia laboral, garantizando que no se repita la explotación observada en modelos económicos anteriores. Los responsables de las políticas deben incorporar principios de equidad social en cada etapa para lograr verdaderamente un desarrollo sostenible y justo", dijo la profesora Leïla Choukroune, directora del Centro de Justicia y Derechos Globales de la Universidad de Portsmouth.
Imagen: El potencial de la economía azul: aumento de los beneficios a largo plazo del uso sostenible de los recursos marinos para los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países costeros menos adelantados
Las principales conclusiones del estudio incluyen:
1. El impacto humano en primer plano: el estudio aboga por estrategias de economía azul que prioricen los impactos socioeconómicos en las comunidades locales, en lugar de centrarse únicamente en el crecimiento económico.
2. Reconocer y prevenir la explotación: Enfatiza la necesidad de comprender los patrones existentes de explotación laboral y evitar que se repitan en nuevas actividades de la Economía Azul.
3. Apoyo a las poblaciones en riesgo de explotación: el estudio fomenta políticas que aborden y apoyen específicamente a las poblaciones más vulnerables dentro de las comunidades costeras e insulares.
4. La educación laboral como piedra angular: la educación sobre los derechos laborales debe ser central para el desarrollo sostenible de la Economía Azul, garantizando que todos los trabajadores conozcan sus derechos y protecciones.
5. Cierre de brechas regulatorias: El estudio identifica la necesidad de actualizar y modificar las regulaciones que podrían facilitar la explotación de la Economía Azul.
6. Investigación interdisciplinaria: El estudio requiere una investigación integral que mire más allá de los impactos económicos y ambientales inmediatos para considerar consecuencias sociales más amplias.
7. Un compromiso con la justicia: Por último, el estudio insiste en que las estrategias de la Economía Azul deben basarse en un firme compromiso con la justicia multidimensional, garantizando que todas las partes interesadas reciban un trato justo.
El Dr. He Yuan, investigador de la Cátedra UNESCO de Gobernanza de los Océanos de la Universidad de Portsmouth, afirma: "Nuestros hallazgos ponen de relieve una brecha en las actuales estrategias de la Economía Azul. Con demasiada frecuencia, estas estrategias priorizan el crecimiento económico y la conservación del medio ambiente sin considerar el impacto que tienen en las personas que trabajan en los entornos marinos y costeros y dependen de ellos".
"Si no logramos centrar la justicia en estos debates, corremos el riesgo de repetir los errores cometidos en otros esfuerzos de sostenibilidad. El futuro de nuestros océanos depende no sólo de lo bien que protejamos los entornos marinos, sino también de cómo tratemos a las personas que viven y trabajan junto al mar".
Los investigadores esperan que al priorizar los principios de Justicia Azul, los responsables políticos puedan crear una economía azul más inclusiva, justa y equitativa que beneficie a todas las partes interesadas, en particular a las poblaciones en riesgo de explotación.
La investigación se publica en la revista Marine Policy: Centring justice for labour in the new blue economy: Principles for applying emerging evidence and theoretical critiques to policy and practice