Un nuevo avión, el G-550 de la NOAA, se unirá a la flota de Hurricane Hunter en 2026
Cuando se pronostica un huracán, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) despliega su reconocido equipo de Cazadores de Huracanes para recopilar datos directamente de la tormenta. El equipo utiliza aeronaves especializadas para sobrevolar el huracán y recopilar información sobre su intensidad, estructura y movimiento, lo cual se utiliza para mejorar los pronósticos y las alertas.
Estas misiones aumentan significativamente la precisión de los pronósticos de huracanes, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Albany.
Los investigadores se centraron en las misiones Hurricane Hunter realizadas con el avión Gulfstream IV (a menudo llamado G-IV) de la NOAA durante las recientes temporadas de huracanes en el Atlántico.
Compararon la precisión de los pronósticos que incluían datos del G-IV con la de los pronósticos para el mismo período basados únicamente en imágenes satelitales y observaciones terrestres. Los pronósticos que utilizaron datos del G-IV fueron hasta un 24 % más precisos que los pronósticos sin estos datos.
"Nuestro estudio muestra los beneficios positivos de incorporar datos de observación del G-IV y otras aeronaves a los modelos meteorológicos y sugiere que las futuras estrategias de pronóstico deberían priorizar estas misiones", dijo Melissa Piper, asistente de investigación de posgrado en el Departamento de Ciencias Atmosféricas y Ambientales de la UAlbany y autora principal del estudio.
Imagen: El G-IV de la NOAA se prepara para despegar en Honolulu, Hawái, durante la campaña de campo de Respuesta Rápida a El Niño. Crédito: Janet Intrieri, NOAA
Comparación de pronósticos de ciclones tropicales
Para realizar su estudio, los investigadores analizaron los pronósticos de todos los ciclones tropicales en la cuenca atlántica entre 2018 y 2022. Compararon dos grupos de pronósticos, aquellos que se generaron inmediatamente después de una misión de vigilancia sinóptica NOAA G-IV y aquellos que no tuvieron una misión NOAA G-IV en las horas previas a la inicialización del pronóstico.
Para cada grupo de pronósticos, los investigadores calcularon el error de pronóstico de trayectoria y la precisión de pronóstico de trayectoria. El error de pronóstico de trayectoria mide la distancia entre la posición prevista de una tormenta y su ubicación real, mientras que la precisión de pronóstico de trayectoria muestra la precisión del pronóstico en comparación con un modelo estadístico simple.
Sus resultados mostraron mejoras notables en los pronósticos que contienen datos G-IV, siendo los pronósticos para tormentas más débiles los más beneficiados.
"Estudios previos han demostrado que las tormentas más débiles tienden a tener mayores errores de pronóstico", afirmó Ryan Torn, catedrático del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Ambientales de la Universidad de Albany y coautor del estudio. "Por lo tanto, la incorporación de más observaciones, como los datos G-IV, tiene un mayor potencial para mejorar el pronóstico de la trayectoria de estas tormentas".
Además, los huracanes Marco y Zeta, que tocaron tierra en 2020, fueron seleccionados como estudios de caso debido a sus grandes mejoras en los pronósticos tras la incorporación de datos G-IV a los modelos meteorológicos.
Los estudios de caso revelaron al menos dos posibles fuentes de mejora en los pronósticos de la trayectoria de los huracanes a partir de los datos G-IV: cambiar la posición inicial de la tormenta en el modelo y cambiar los vientos ambientales que guían el movimiento de la tormenta.
"Después de analizar el impacto de los datos G-IV en una amplia muestra de tormentas a lo largo de múltiples temporadas de huracanes, nos interesaba comprender los detalles específicos sobre cómo la incorporación de los datos G-IV de la NOAA podría haber mejorado los pronósticos individuales", afirmó Piper.
"Investigaciones previas han demostrado que, a pesar de tener un beneficio neto positivo en múltiples temporadas de pronósticos, la incorporación de datos G-IV no siempre conlleva mejoras en los pronósticos individuales. Es importante que comprendamos plenamente su impacto".
Imagen: Concepto artístico del NOAA G550, cortesía de Gulfstream. (Crédito de la imagen: Gulfstream)
Apoyo a los vuelos de huracanes
Al demostrar los beneficios de los datos de las misiones Hurricane Hunter, los investigadores esperan que las futuras estrategias de pronóstico respalden los vuelos con la misma frecuencia o incluso con mayor frecuencia.
Se espera que un nuevo avión, el G-550 de la NOAA [PDF], se una a la flota de Hurricane Hunter en 2026. Estará equipado con una variedad de sensores avanzados para recopilar datos atmosféricos, incluido un radar Doppler montado en la cola.
"Gran parte de los avances en la predicción de la intensidad de los huracanes en los últimos 10 a 15 años se deben a las observaciones realizadas por los Cazadores de Huracanes", afirmó Torn. "Con más observaciones en el modelo, es más probable obtener pronósticos precisos del huracán. Como demuestra nuestro estudio, estos vuelos son esenciales para la preparación y la recuperación tras la tormenta".
El estudio se ha publicado en Weather and Forecasting: Comparison of 2018–22 Tropical Cyclone Track Forecasts before and after NOAA G-IV Missions
