La erupción desencadenó décadas de enfriamiento, especialmente en el hemisferio norte
Hace casi 600 años una masiva erupción volcánica expulsó nubes de gas sulfuroso y cenizas a la atmósfera. La explosión, conocida como el evento de 1458/59 d. C., fue tan grande que desencadenó décadas de enfriamiento, especialmente en el hemisferio norte.
Aunque fue una de las mayores erupciones de los últimos 1.000 años, se desconoce la causa exacta y ha sido objeto de intensos debates durante años. Sin embargo, un equipo de investigadores de Corea y Rusia cree estar un paso más cerca de resolver el misterio, y su trabajo podría ayudarnos a mejorar nuestros modelos climáticos.
El debate sobre qué volcán causó el enfriamiento se ha centrado en dos candidatos principales: Kuwae, un volcán tropical en Vanuatu, o Reclus, en Chile, un volcán del hemisferio sur. Sin embargo, según esta nueva investigación, el evento no fue causado por un solo volcán, sino por dos volcanes distintos que entraron en erupción aproximadamente al mismo tiempo.
Los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar fragmentos microscópicos de vidrio volcánico de dos núcleos de hielo recuperados de la Antártida. Los diminutos fragmentos quedaron atrapados en una capa de hielo que corresponde al evento de 1458/59 d. C.
El análisis químico reveló que los fragmentos presentaban dos características químicas distintas (composición bimodal). Aproximadamente la mitad de los fragmentos coincidían con la composición química conocida del Kuwae. El otro tenía una composición química distinta, similar a la ceniza de Reclus, pero no exactamente igual. Esto sugiere que el segundo grupo de fragmentos proviene de un volcán sureño no documentado que entró en erupción simultáneamente con el Kuwae.
Imagen derecha: Mapa que muestra la ubicación de dos posibles volcanes emisores: Kuwae (triángulo rojo) en Vanuatu, en el Pacífico tropical, y Reclus (triángulo verde), ubicado en el Campo de Hielo Patagónico Sur, Chile. Crédito: Communications Earth & Environment (2025). DOI: 10.1038/s43247-025-02797-x
"La composición bimodal observada en los fragmentos de vidrio indica que los depósitos de criptotefra (ceniza volcánica microscópica) pueden haber sido transportados de manera diferencial desde las erupciones (casi) simultáneas de los volcanes tropicales de Kuwae y extratropicales del hemisferio sur", escribieron los investigadores en su artículo.
Para confirmar la doble causa volcánica, los científicos estudiaron cómo afectan los patrones de viento los depósitos de ceniza. Descubrieron que las partículas gruesas del volcán del Sur llegaron primero, seguidas de las partículas más finas del Kuwae.
Un nuevo misterio
Así pues, si bien los investigadores pueden haber resuelto parcialmente un misterio, la causa de la erupción, han creado otro: la identidad del volcán del Sur, aún no documentado. Ahora se busca evidencia de esta desaparecida fuente eruptiva.
Además de llenar los vacíos en nuestro conocimiento sobre un pasado importante evento climático, esta investigación también puede ayudar a refinar y mejorar los actuales modelos climáticos.
El equipo cree que los modelos deberían tener en cuenta dos columnas de dos hemisferios diferentes para que los científicos puedan hacer predicciones más precisas sobre el posible impacto global de futuras erupciones volcánicas a gran escala.
La investigación se ha publicado en Communications earth & environment: Origin of the 1458/59 CE volcanic eruption revealed through analysis of glass shards in the firn core from Antarctic Vostok station











