Es probable que gran parte del agua haya sido dejada atrás por las últimas tres glaciaciones
Se ha descubierto una rara reserva de agua dulce debajo del mar frente a la costa de la Isla Sur de Nueva Zelanda, lo que podría ayudar a prevenir futuras sequías y mitigar el impacto del cambio climático en los próximos años.
El agua dulce subterránea (OFG) se descubrió a través de una combinación de sismología y técnicas de escaneo de ondas electromagnéticas, que se utilizaron para construir un mapa 3D del acuífero bajo el mar.
Si bien aún no se ha calculado la capacidad precisa de agua, los investigadores creen que el sistema podría contener hasta 2.000 kilómetros cúbicos de agua dulce, es decir, 800 millones de piscinas olímpicas, o más que el lago Ontario.
Estos acuíferos en alta mar, encerrados en rocas, se pueden encontrar en varios lugares del mundo, aunque no son muy comunes. En este caso, es probable que gran parte del agua haya sido dejada atrás por las últimas tres glaciaciones, dicen los científicos.
"Uno de los aspectos más importantes de este estudio es la mejor comprensión que ofrece al manejo del agua", dice el geólogo marino Joshu Mountjoy, del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA) en Nueva Zelanda.
"En este momento hemos utilizado técnicas remotas, modelado y geofísica. Realmente necesitamos salir y poner en práctica nuestros hallazgos y estamos investigando opciones para eso".
El primer indicio de que dicho sistema OFG estaba escondido de la ciudad portuaria de Timaru fue el agua salobre (una mezcla de agua salada y agua dulce) descubierta en 2012 después de un proyecto de perforación científica.
En 2017 se inició una investigación adicional a bordo de un buque de investigación. El acuífero es inusualmente poco profundo, a solo 20 metros (menos de 66 pies) debajo del fondo del mar. Se cree que se extiende alrededor de 60 kilómetros (37 millas) de la costa.
Su ubicación es particularmente afortunada, ya que la región más amplia de Canterbury enfrenta una mayor presión de una población en crecimiento y prolongados períodos secos. El vasto depósito de agua dulce podría representar la mitad del agua subterránea en Canterbury, dicen los investigadores.
Si bien se han elaborado mapas detallados de la salinidad del agua y la forma del acuífero, aún quedan muchas incógnitas. Luego, el equipo quiere tomar muestras del sistema de agua dulce y compararlas con los actuales modelos.
Según los investigadores, las mismas técnicas aplicadas en este estudio también podrían usarse para reevaluar acuíferos similares en todo el mundo.
Las autoridades locales están interesadas en explorar cómo podría ayudar con los suministros de agua dulce el acuífero recién descubierto, sin dañar el medio ambiente circundante o los ecosistemas que dependen de él.
"En cuanto a la capacidad de recuperación a largo plazo tanto para nuestras comunidades como para nuestra economía, el distrito de Timaru está buscando actualmente opciones para la seguridad del agua a largo plazo", dijo el alcalde de Timaru, Nigel Bowen, a Lee Kenny en Stuff.
"El agua es nuestra prioridad número uno para hacer lo correcto para nuestras generaciones futuras".
La investigación ha sido publicada en Nature Communications: 3D characterisation and quantification of an offshore freshened groundwater system in the Canterbury Bight